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miércoles, 17 de diciembre de 2014

Átaque de frivolidad dietética prenavideña

Por aquello de ir avanzando tarea, estas (pre)navidades me ha dado por anticiparme a mis lamentos de kilos de más.

La verdad es que ante mi perplejidad constato que mi propósit prenavideño de llegar como un figurín a tan temidas fechas ha sido un fracaso estrepitoso, como todo fracaso que se precie.

Hace un mes y medio, UN MES Y MEDIO! decidí que iba a perder (en un mes y medio) 2 kg.

Tal que así: me pesé, me preocupé, y me dije, voy a perder 2 kg para antes de las navidades -para poder comen turrón a mis anchas, claro, que es la gran diferencia respecto el mismo propósito pero en distinta época, preveraniego, a saber, lucir tipazo (bueno, vamos a dejarlo en mejor tipo)-.

A día de hoy, peso exactamente lo mismo, o incluso puede que algo más.

Y a no ser que venga una bendita gastroenteritis en una semana (negaré haberlo deseado en caso de ocurrencia), lo tengo crudo crudo como el ápio que me he comido hoy, en un intento desesperado de conseguir en un día lo que no he hecho en un mes.

Constatado el hecho una, que es analítica por naturaleza, me he puesto a pensar los motivos del fracaso, por aquello de que una vez se conoce el problema ya se tiene éste medio resuelto. A mi me gusta esta frase porque me encanta analizar problemas. Pasa que me suelo alargar en esta fase y para la parte ejecutiva ya llego como con medio desánimo, como medio desmotivada, y ahi me suelo empantanar.

El resultado de mis reflexiones acerca del fracaso es que hay tres motivos principales.

El primero tiene que ver con lo de pensar más que hacer, precisamente.

Básicamente, con tomar la decisión ya me dí por satisfecha.
Decidí, pero no hice nada para ejecutar mi decisión. Como cuando esquías, que basta con pensar quiero ir hacia allí ¡y ya vas! (o al menos, así se lo expliqué a mi hija como la técnica del giro en esquí y funcionó. ¡A mi me funciona vaya!).
Pero con lo de perder peso he de constatar que no ha funcionado.
Decidiéndolo no era suficiente.
Hacía falta una estrategia, algún método, no sólo el objetivo.
¡Queriendo ir a NY uno no va a NY!

El segundo motivo es que el nivel de sacrificio al cuál estoy dispuesta a llegar en aras a dos kilos menos sospecho que es muy muy bajo.
No he podido profundizar demasiado en un nivel teórico ni mucho menos en la práctica en mi resistencia a las tentaciones culinarias, entre otras cosas porque aún no se ha dado tal caso. Creo que nunca me he resistido, por aquello que la mejor manera de evitar la tentación es caer en ella, pero sé que soy muy débil, y que cedo ante las presiones con mucha facilidad.

En general es así ya, pero es que con las del estómago me pasa especialmente. No me siento capacitada para negarme a comer fuera si alguien me lo propone, a renunciar al pan, a la pasta, a las cookies, al chocolate, a las pizzas. Por no hablar del vino y la cerveza, que resulta que al alcohol engorda horrores, ¡y eso que pasa como agua! Quien lo diría ¿no?

El tercer y último punto es que a pesar de incrementar visiblemente mi nivel de actividad física yendo dos veces a la semana (¡una fui tres!) al gimnasio, y que hace un par que voy andando a trabajar (35 minutos aproximadamente con desniveles pronunciados ida y otros tantos vuelta aunque por otro camino), está claro que no es suficiente.
Mi amiga Bea me dijo que los 15 minutos de elíptica eran de chiste ¡y eso que yo se lo contaba como una proeza! Es más, para mayor ahondamiento en mi ofensa, dijo que eso servía de calentamiento. CALENTAMIENTO.
¿Pero que harán en mi cuerpo con 45 minutos que me dice ella que tengo que estar? ¿Brasas? ¿Pondrán calçots y butifarras? ¡Por dios, si sudo como un pollo dando vueltas en el ast con 15 minutos!
Lo peor es que con eso, con mis 15 laaaaargos minutos me dice la máquina que quemo... 60 calorías. ¿Sabéis que tiene 60 calorías? No lo quieras saber. Es ridículo. Descorazonador. Frustante.

Así que ahora he decidido que tengo que hacer un plan, y no sólo eso. También cumplirlo.

Mi plan para esta semana es:

CADA (cada, cada... quien dice cada dice casi cada, entiéndeme) mañana hacer una rutina (los que saben lo llaman así) de escaleras. Subirlas de calentamiento, bajarlas y subirlas de nuevo de dos en dos. Bajarlas y subir dos y bajar un peldaño. Bajar. Y luego subir de lado bajar y subir del otro. Parece q esto es lo que más quema y que si me estoy con este sube baja durante media hora quemo 400 calorías, que es bastante más que 60. ¡Llámadme arrojada!

Y CADA (idem que paréntesis anterior) mañana desayunar una tortita integral de arroz con jamón del bueno, que eso lo hace mi amiga Elena y el tema del jamón bueno para desayunar me parece razonable. Y un iogurt con salvado de avena. Pasa que creo que me he equivocado y he comprado copos en lugar de salvado. Y parece que esos engordan. No estoy aún muy puesta en el tema...

No sé que tal me irá el plan de choque, para empezar voy a reducir el objetivo a un kilo, ya que sólo me queda una semana, y a ver si con lo de la presión del efecto último día para el exámen, que es lo que siempre me ha funcionado, me pongo las pilas.

Prometo compartir resultados en una semana, justo antes de la comilona 1.1 (nochebuena) os contaré que tal me ha ido con el ápio.
Luego de los asaltos:
1.2 Navidad
1.3 San Esteban
2.1. Noche de Fin de Año
2.2 Comida de Año Nuevo
3.1 Comida de Reyes

Más las comilonas propias de pasar una semana en Galicia y sus desvaríos gastronómicos, volveré a compartir resultados.

Ya puedo hartarme a apio ya! Total, para luego de propósito de enero, ¡repetir!

La vida es puro bucle. :-)



domingo, 28 de septiembre de 2014

Sedimentada crónica de mi(s) maravillosa(s) boda(s) veraniegas


Primero fue Ferrol....

Fue un inolvidable paseo en barco por la Ría de Ferrol, y si, fui esa, fui la novia radiante que no para de sonreír encantada de la vida, de su ahora marido, de sus amigos, de su família, del paisaje verde azul, de la mejor tarde de verano que el caprichoso tiempo gallego podía regalarnos, del albariño fresquito cortesía de David y su bodega, de la increíblemente inmensa luna llena roja de julio que inundó de luz la ría y de destellos la mar calma, de la voz y la guitarra de Roger, de la armónica de Jose, del cariño de Carmen al hacer posible (y un éxito) nuestra penúltima idea peregrina de celebrar la boda a bordo del Rías Altas I!

Y de navegar por la ría de tu vida con la gente que te ha acogido en tierra extraña y han sido tu familia por diez años, y los que han de llegar, a la que quieres y te quieren, y a la que tantas gracias tienes que dar...

A Bea por su amor incondicional y correspondido tal cual, por los incontables momentos pasados, por los muchos buenos pero sobretodo por los malos, por ayudarnos mútuamente a pasarlos mejor y que nos han unido con superglue para siempre jamás!

A la otra Bea por su coraje y por su alegría de vivir y por ser tantas veces mi inspiración y ejemplo a seguir cuando me veo superada y no sé priorizar lo que vale de verdad de lo que no. Y a todo su clan por acogernos con simpatía y cariño sincero.

A Rocío por ser mi alma gemela, por conocerme tanto y aún así quererme, por entenderme con mirarnos y por ser bruixa curuixa y sorprenderme continuamente con su sagacidad!

A Pilu por su energía infatigable y amistad leal, por ser noble y tener los pies anclados, la cabeza amueblada, un punto de locura y la risa fácil.

A Antía por su inteligencia eléctrica y brillante, por su sentido del humor, por su cultura, porque nunca nos cansaríamos de hablar ni de hacerlo en el mismo idioma. Y mil gracias por esas palabras exactas, llenas de poesía y de razón, que nos regaló en el templo civil en el que nos dimos el "si, quiero". Templo que otra alineación cósmica, como el radiante sol que tiñó la tarde de rojo y esa luna de belleza blanca casi insoportable, se llamaba Centro Torrente Ballester, con lo que adoro yo a este hombre!

A Jose por ser un amigo de los de verdad, por sus pocas pero acertadas palabras, por su autenticidad, y por dejar a su paso la atmosfera calma del hombre tranquilo. Y por su armónica!

A David por su Albariño y su sonrisa, y por ser ese hilo transparente que une mundos tan lejanos en todo, como son Lleida y Galicia.

A Carlos por incorporar a Dani en las interminables tertulias lata de Estrella de Galicia en mano que se libraban en la báscula del puerto y hacer que se sintiera parte de algo cuando no formábamos parte de nada...

Y a todos ellos, a los que me dejo en el tintero, por acogernos y convertir nuestra estancia en Galicia en una de las más felices etapas de nuestras vidas, sin ellos, nunca lo habría sido!

Y luego Barcelona...

La transformación de lo que era un recuerdo lejano de jardín y charca con posibles pero decrépito a un auténtico jardín aterrazado con una espectacularmente azul piscina, sofisticado y sensual donde la merendola inicial pensada paso al cóctel con clase, relajado pero elegante gracias al voluntarioso esfuerzo de Dani y su padre Pere y las acertadas elecciones de cátering y grupo de música.

Conseguir por fin esa fiesta tantas veces anhelada pero aplazada 10 años al darla por imposible, capaz de juntar a 140 personas, darles de comer, de beber y de bailar, y sobretodo darles felicidad, sin necesidad de montar mesas juntando primos y alternando géneros, ni de vestirse de blanco con cola y velo, sin sesiones de fotos, sin servilletas haciendo el estúpido molino a la entrada de los novios, sin vals cutre malbailado, sin tarta de novios con monigotes arriba, sin centros de mesa, sin mesas a penas! Sin ramo que tirar a nadie, sin "que se besen", sin "Vivan los novios!"....

Con una calurosa noche perfumada de verano, con un atardecer que a medida que la luz del sol apagaba las obviedades del fabuloso jardín modernista, las tintineantes luces de las velas y los focos desvelaban rincones especiales, reflejos azules, verdes palmeras...con unos amigos y familiares, queridos todos, que ya viniendo dispuestos a darlo todo se dejaron contagiar por la magia de la noche, seducir por la sensualidad de la música, asumir mansamente el calor y darse a él, palpitar con la efervescencia alegre de las rumbas mediterráneas de Blas, Tomy y el resto de la banda, que entre palmeras y en un escenario de ensueño con gallineros al fondo nos hicieron bailar, sudar y vibrar de alegría a ritmo de Los Rodríguez arrumbados, entre la barra y la piscina, de tentación a tentación! Hasta que vino la policía claro....

Con todo el mundo guapo, vestido de manera dispar pero guapos todos a su manera, Dani estupendo con su buena planta y su traje a medida y yo sintiéndome tan guapa y radiante que iba tan como flotando que ni notaba los tacones, será que volaba de verdad??

Con la calidad insuperable de los manjares servidos, bocadito de esto y de aquello, con el cava fresquito o la cerveza helada (que hubo que reponer de urgencia por superar toda previsión gracias a Javi)!

Con las charlas distendidas y alegres al borde de la piscina de Iñaki, Miguel, Víctor, Alberto y compañías...con los pies en el agua de Fátima y Jaume, con las risas contagiosas de Isa, con la inestimable e imprescindible ayuda de Aitana para conectar gente, con los bailoteos insaciables de Natalia trayendo viejos tiempos de los noventa a la noche, con la alegría de los Galino, con los bailes de la Tía Carmen de 80 años que no bailaba fuera de las clases de aquagym desde hacía más de 20!

Con la felicidad en forma de chiribitas en los ojos de Elena e Isma, de Gemma, de Ananda, con el regalo en forma de palabras que Alberto nos dio diciendo que era la noche con más felicidad por metro cuadrado que había vivido nunca (algo así, era muy largo, casi tanto como las copas de vino que se tomó ;-))

Con el cariño de tu família, que está contenta por ti y tu por ellos, y ellos por ti, y así vuelta a empezar en un bucle de felicidad!

Con la risueña comprobación por enésima vez de que tus amigos son unos gamberros, unos borrachos y unos personajes de cuidado, ya por separado, ni te cuento juntos!

Con la emoción de vernos juntos de nuevo los de la carrera, bailando canciones de hace 20 años en el Akanahi de Lleida, sudados como pollos y abrazándonos saltándo al ritmo de Legalización! Sergio que no se había visto con David, ni Azu con Belén, ni Vero con nadie que es madre primeriza vuelta al mundo tras su destierro auto infringido.... Y todos felices de vernos de nuevo, en una réplica de lo que fueron probablemente las mejores noches de fiesta de nuestras vidas.

Con las satisfacción que te obliga a sonreír hasta reventar comisuras de ver cómo dos amigos que no se conocían entre ellos pero tú sabías que tenían que cruzarse sus vidas, se están tomando un gin tónic y bailando abrazados como viejos amigos brindando a nuestra salud: Llum y Belén, David y Joachim, Javi y Bea, va por vosotros!

Con los pies ya enfundados en mis crocs, el goteo de despedidas terminado, las piernas sobre la mesa a lo Bush/Aznar, sólo el puñado de amigos que han venido de lejos y que a penas os veis y el rímmel medio corrido por las lágrimas de tanto reír ante la enésima vez que Paco de Azu nos amonesta con la insistencia con la que sólo los borrachos (y los niños de 3 años) pueden.... que tenemos ya 40 años, que estamos ya en el ecuador de nuestras vidas y no nos hemos enterado todavía de qué va esto, de lo que cuenta y lo que no. Que ya no nos cogen en los trabajos, que ya no nos quiere nadie para ligar si vamos de copas, y que da igual porque tenemos una mujer y unos hijos que nos quieren y que queremos, que la vida es eso, y que lo otro, a tomar por el culo!

Y tiene razón, cuánta razón! Y yo, que he llegado a esta conclusión con tres años de antelación (siempre fui algo precoz ;-)), lo sé. Lo sé y lo practico! (O lo intento)

Ya mandé a tomar por culo mi carrera profesional entendida como tal (o al menos como la entendía yo) y comprendí que proyectos cada vez mayores no equivalían a cada vez más felicidad (ni siquiera satisfacción profesional). Ya mandé al carallo al sistema y ya no pago autónomos y ya soy una outsider que no aparezco en ninguna lista, ni de hacienda, ni del INS, ni del INEM!

Ya decidí destinar lo mejor de mí a mis hijas, y a lo que me vaya dando sin excesivo desgaste, no malgastar un gramo más de energía que me es tan necesaria para ellas en chorradas de curro que no es más que eso, aún siendo tu propio jefa y lo que quieras, es curro y no compensa...nunca compensa!

Y ya, ya le he dicho al mundo, por todo lo alto y en dos meridianos distintos que sí, que me caso, que quiero a mi marido, que a parte de ser el padre de mis hijas, mi compañero de aventuras y fatigas, mi cotitular de varias hipotecas, mi socio en unas cuantas empresas, pasadas, presentes y futuras, mi complemento, mi "seny" siendo yo su "rauxa", es tan parte de mi, me hace tan mejor persona, me ha enseñado y lo sigue haciendo tanto día a día y nos queremos tanto, que simplemente no concibo mi vida sin él a mi lado.

QUE SÍ, QUE QUIERO! Y que si hace falta nos casamos otra vez!

miércoles, 14 de mayo de 2014

Dónde están mis amigos

El título no es una pregunta, como la de Extremoduro, es una afirmación retórica, y le falta la segunda parte, pero como me mola la canción le hago este pequeño homenaje.

La segunda parte de la frase no es en Carabanchel, ni toda la retahíla de cárceles españolas, sino yo. Están dónde esté yo, o mejor todavía, al revés. Estoy donde estén ellos.

Los amigos se llevan a cuestas, y en lugar de pesarte te hacen más liviano el camino. Por varios motivos resulta que tengo amigos dispersos por ahí, lejos geográficamente, pero cerca, muy cerca, en cariño.

Los amigos son capaces de hacerte una ciudad áspera amable, porqué es dónde ellos viven y dónde quizás hasta habéis compartido momentos deliciosos, o simplemente puede que hayáis compartido aburrimiento, que siempre se sobrelleva mejor acompañado. Pero esas calles ya no te son ajenas, vacías. Esa ciudad, ese barrio, ya te atrapa, ya es tuyo, y ya no es tan feo.

Del mismo modo que la amistad tiñe de pocos kilómetros que son muchos, también enmascara escenários de grises a rosas, y vidas que te pueden parecer anodinas a llenas de intensidad, o como mínimo con ciertos intereses interesantes.

De este modo en un pequeño periplo peninsular visitando amigos y familiares, he pasado de mi crítica fácil a flor de piel al modelo de vivienda suburbial de urbanización de anuncio "si me compro un pareado aquí seré feliz" a pensar que ciertamente otra cosa quizás no, pero paz y silencio si te dá, y quizás, al fín y al cabo tampoco sea tan terrible.

He pasado de considerar una ciudad que recordaba con cariño (pero que me va quedando cada vez más lejos) como fea, gris y anodina para luego ir recuperando su pulso vital a cada viejo amigo que veía en carne y hueso, a cada  café, a cada chato de vino, a cada corto de cerveza, hasta irme de ella a los poco días con pena, volviendo a ver sólo lo bueno, con esa habilidad maravillosa tan humana de vista selectiva que nos permite sobrevivir obviando lo malo y resaltando lo bueno.

A parte de tus amigos en sí mismos también tienes sus formas de vida, de las que aprendes o como mínimo te sacuden la consciencia. Tu vida la vives a tu manera y te crees que es universal, que todos vivimos igual. Y cuando te alojas en casa ajenas vives por unas horas su ritmo, su atmósfera, su día a día. Y de pronto entiendes que no, que no es universal.

Que puede que tu vida no sea el producto de una elección a la carta: vida de ejecutivo, vida de ama de casa, vida de ocioso... No la has escogido así tan fácilmente, pero lo cierto es que nadie te ha puesto una pistola en la sien para que estés haciendo lo que haces del modo que lo haces.

Pero entonces... Tus disconformidades con tu vida y en cómo la vives las has de buscar en tí mismo, ay amigo, y eso es lo jodido! Porque eres el único puto (con perdón) responsable de tu estrés, de tu frenesí, de tus angústias y de tu modo de vivir no acorde con tus gustos. No puedes culpar al mundo, ni siquiera a tu jefe.

¿Por que uno sale a navegar día si día también cada tarde? Porqué ha ido tomando una serie de decisiones que así se lo permiten.

¿Por que otra tiene tiempo para hacer pasteles, cup cakes y delicias várias aún trabajando y con hijas? Por lo mismo.

Este viaje me ha reafirmado en dos cosas.

Que los amigos son vitales, y a los que están lejos hay que mimarlos especialmente a distancia para reencontrar el regalo de su cariño cuando los vuelves a ver, mal que tenga que pasar mucho tiempo entre una y otra vez.

Que uno tiene la vida que se merece y que si la quiere mejorar en el aspecto que sea ha de esforzarse mucho para cambiarla, porque nadie dijo que iba a ser fácil!

Ha de ser sabio para detectar lo que le resulta tóxico y eliminarlo de su vida, fuerte para introducir o eliminar hábitos sabiendo lo difícil que es eso, y agradecido para reconocer para dentro y para fuera lo que le alimenta y le hace feliz.

Yo creo que ya voy siendo algo sabía y algo agradecida, me falta más sabiduría para saber cómo atacar mis vicios (que los conozco) y fortaleza para combatir mis malos hábitos (que los reconozco) que viene siendo uno, a saber, meterme en jardín tras jardín profesional por no decir en cuantos más simultáneos mejor! Si al menos me dieran dinero o no me generarán estrés ni interfirieran en mi vida personal que ya ni límite tengo (ni he tenido)!

Pero soy tan estúpida que no sé decir que no a nada por variopinto y extravagante que sea ni a no vivirlo con intensidad devastadora y ni mi cuerpo ni mi cabeza ni mi tiempo pueden con todo.


Con lo tranquila que he visto con mis propios ojos que se puede vivir!!!

QUIERO HACER CUPCAKES Y SALIR A NAVEGAR!!! Y quiero ser rica.




















miércoles, 21 de agosto de 2013

Mi yo verano

En el mundo llamado occidental (es decir, los que tienen vacaciones) la población en realidad es el doble de la que dicen las estadísticas. Eso, o padecemos todos de trastorno bipolar.

Yo, por ejemplo, llevo ya unas semanas (desde que vino el calor de verdad) instalada en mi yo verano. Pero ahora que (por fin!) me veo despojada de (casi, q soy free lance) toda responsabilidad ando por mi vida de verano como Pedro por su casa.

De repente me parece una aberración haber sido capaz de resistir tantos meses con zapatos cerrados aprisionando el pie! y encima con calcetines!!!! Puag!! deberían estar prohibidos!!!

También me parece inconcedible estar más tiempo en casa que el imprescindible para dormir (sea siesta o por la noche)... ¿qué se le pierde a la gente dentro de una casa? que claustrofobia, por dios! tanta pared!! que corra el aire!!!!



Me parece de un insalubre total andar en moto entre los coches, respirar los tubos de escape de los buses, estar entre repetidores wifi, movil, microondas y todas las gamas de longitudes varias de ondas electromagnéticas. Y la tele? aix, q ruido más estéril! y que apabullo tantas imágenes en tan poco tiempo!
Y la pantalla del portátil me daña la retina! me deslumbra....



Y los cuerpos? no hay como la piel dorada de la gente, que se vean los cuerpos!!
Que la piel no esté escondida, que note el aire, la brisa, el sudor, el tacto de cada cosa que toca!!

Que se cocine en bañador!!





Que se vaya descalzo todo el día!

que los pies te queden negros y que antes de acostarte te los limpies con agua fría de la ducha y salgan churritos y ya puestos aproveches para remojarte por octava vez ese día, y  te acuestes fresquita fresquita!





Y ese es mi yo de verano, y el de invierno me queda tan lejos como lejos me queda el de verano en invierno, y al final no sé cuál es el de verdad, pero como de la verdad ya no me fío en realidad me da igual!

Supongo que en la variedad está el gusto, pero yo por quedarme me quedaría con el sol, con el mar, con los días largos y las noches a la fresca, con las fideuás, el gazpacho y las siestas.

Con que todo el mundo está relajado y contento, con que con unas cervecitas frías se arregla el mundo y con que por mal que esté todo nadie nos podrá nunca quitar el placer de tumbarse al sol balanceándose al son de un mediterráneo en pleno estado de voluptuosidad, en un modesto patín de pedales de playa (intercambiable por una todavía más modesta colchoneta, o directamente por la arena de la orilla) con un pie y una mano sumergida bailando el agua y el resto de la piel secándose a la brisa cálida....Mi yo de invierno ya sabrá apañárselas con lo que le venga, yo me quedo aquí!!


martes, 2 de abril de 2013

Que bonita es la vuelta al cole!

Hoy es como cualquier otro día después de vacaciones.

Hay días que se parecen tremendamente entre sí.

Y hoy ha sido uno de ellos.

Da igual que pasen los años, que tengas 5, 15 o 40.

Da lo mismo que vuelvas a primaria, secundaria, universidad o al curro, e intuyo que si vuelves al paro todavía es peor... El caso es que vuelves! (voooolveeeeeer...con la frente marchita nananinanana! ;-) (musicado))


Vaya por delante que me siento muy afortunada, que tengo una vida maravillosa, que soy muy feliz y que bla bla bla, cuando quieran los de Fairy les vendo el detergente, que por tener tengo hasta perro y jardín, pero DA IGUAL!





Da igual. Son todos mortíferos. Como los de Harry Potter, que con solo verlos ya te entra el pánico!

Y como todo lo que es pasto del miedo tiene su máximo esplendor el día anterior, cuando anticipas, cuando la sombra alargada acecha y el pavor se mira en los espejos de feria, que lo hacen todo más grande, más deforme, más peor!

Luego suena el despertador y te dices un: ánimo valiente! Tu puedes! Te duchas, te vistes, preparas desayunos intercambias monosílabos con tu marido/cooperante en la ong "Salvémonos de nuestros niños" (en inglés "Save ourselves from our children" no confundir con una q nos medio plagian siempre).

Intentas despertar a dos momias egipcias que te han cambiado por tus hijas durante la noche con alevosía y como no nocturnidad...vamos, que recuperas al milimetro tu rutina.

Pasas el día como vas pudiendo, ayer queda en el jurásico y ese conato de felicidad que lleva todo escape de la realidad del día a día es un ténue recuerdo que ya se ha apelmazado con el resto de recuerdos de las vacaciones de tu vida, cual fotos en una misma caja de galletas (de hojalata, claro).

Ya hoy es hoy, todo va volviendo, los engranajes parece que avancen como entrechocándose, como cuando te lías con las marchas del coche y pones la que no toca (si, que pasa? Mi marido a veces me llama "manoloca")

Y al final ya ha pasado, lo has conseguido! Estás agotada y con ganas de que acabe el día. Así que te tumbas (¿desplomas?), escribes unas líneas y escoges el método escapista doméstico que más te apetezca, yo le tengo especial cariño a dos:

- leer cualquier libro con altas capacidades abductoras (de abducir, no de hacer gimnasia ;-))
- buscar próximos destinos obviando temas de índole económico y lo que pone en el Libro de Familia de no se qué descendientes de corta edad)

Tengo una amiga que es una artista en varios aspectos, pero en ingeniería postvacacional debo rendirle tributo público porque es una fiera! Su especialidad es organizar cualquier sarao EN el trayecto de vuelta (a más tardar al día siguiente (hoy)) de modo que pueda enlazar dos eventos atractivos (salvando distancias) y estos días no sean más que un mero trámite.

Y no sabeis lo que me alegra irme a tomar una(s???) cervezas con ella este viernes! Puede que en algún momento ESA fuera mi rutina, pero desde el retiro monástico al que estoy abonada (espero que temporalmente) el visionado (¿Aparición? ¿Iluminación? Las procesiones del post anterior me han conmocionado) de unas cervezas bien frías, una terracita, y unas risas en buena compañía desde luego me ayudará a pasar la semanita en mucho mejores condiciones!

Te apuntas?? :-)