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martes, 28 de octubre de 2014

La intensa vida de una mamá chacha (que no mamarracha)

Voy a contar un tópico. Y pensaréis buaaaa q aburrido, siempre con la misma monserga, que pesadas sois!

Pero es q es una verdad de las verdaderas. De las verdaderas de verdad! De la buena.

Ser madre-ama-de-casa es agotador. Es que no paras de trabajar!

Yo de por mi era perezosa, vaga, holgazana, me escaqueaba a la que podía, nunca me levantaba de la mesa para ayudar en cenas multitudinarias si no era ya de flagrante mala educación inexcusable.
En mi casa por aquello de yo ya pongo la casa y en ajenas por lo de yo es que no sé donde están las cosas. En definitiva. Que no pegaba ni sello en casa.

Y desde que soy madre, quien me viera oyes! Me han cambiado por otra! No me reconozco en los espejos en los que ya por no verme ni me miro!

Soy una máquina de trabajar.

Con lo profesional ni entro ni salgo, más o menos con la misma intensidad de siempre, que, todo hay que decirlo, es mucha! Porque que una puede ser vaga por sectores. Y a pencadas eficientes (y la mayor parte de las veces apasionadas) pocos me tosen.

Pero con lo doméstico.... Hoy ha sido uno de esos días cúspides de mi carrera doméstica. Me permitiréis retozarme en ello.

He empezado como siempre; ducha, despertar niñas, vestir niñas, desayunos, mochilas, cole. Como hoy las llevaba mi consorte señor marido (ya), he podido proceder a recoger cocina, baño, hacer camas, recoger juguetes, ordenar libros, poner una lavadora, sacar una secadora, doblar ropa, colocar ropa en sus armarios, preparar bolsa piscina, ir a trabajar.

Trabajar-trabajar-trabajar-trabajar-(si, la que estaba en el paro, ya dije que era un paro tácito)-trabajar-trabajar-trabajar.... Ups! Las 4! Corre corre

Moto a toda pastilla q llego tarde (¿¿nunca aprenderé a salir antes??)

Recoge niñas, no llevas merienda?

No, no llevo merienda, (a tanto no llego, no me explaiaré), ala! al paki a por unos donuts y unos cacaolats, y la integración de nuevos hábitos alimenticios con la que llevamos dos semana a base de pan de verdad que compro en un horno de los buenos a precio de titanio (el titanio es caro, no?) y de legumbres de verdad puestas en remojo ochocientas horas, y de arroz integral que no se cuece ni tras tres tristes horas... A la mierda! Dos donuts x niña, no uno no, DOS!

Vamos a la piscina corriendo que no llegamos. Agotadas tras una caminata (sube, baja, recto, sube, baja) de 15 minutos vertiendo cacaolat (obvio) por la camiseta llegamos.

Desviste niñas (y creía q ir a la piscina yo sola era complicado!, juas juas! Inocente...), pon bañadores, gorros, chanclas. Ya, al agua patos.

Y yo? ¿Me doy un merecido descanso y me tomo un café y me leo algo q creo que se llama periódico? Nooooo!

Decidí sabiamente en su día que lo mejor era apuntarme yo al gimnasio esa hora, yendo x c.....s con las niñas era la única manera de asegurarme que iría, tras varios infructuosos intentos de hacer deporte. Así que durante 45 minutos a la semana un señor me maltrata sometiéndome a las tan temidas máquinas cual sala de torturas.

Salgo exhausta pitando cuando veo q salen de la piscina. Ahora ya somos tres a duchar y a vestir y a secar el pelo. Que bonito...

Una hora después salimos dispuesta a pegarme otra caminata hasta a casa, y encima ya tan de noche!

Hoy por un designio divino ha venido el padre de las criaturas a por nosotras en ese artefacto con 4 ruedas q hay q reconocer que a veces es maravilloso.

Llegamos a casa, muerta de hambre me dispongo a hacer un risotto de bolets (si, quien me mandaba).

Media hora larga después, con las niñas en pijama y la lavadora puesta con las cosas de la piscina, nos dan ambas la cena; que no les gusta el risotto, con lo bueno que me ha salido, oyes. Al final se lo han comido las dos.

Pasa que después de recoger la cocina, sacar secadora, doblar otra vez toallas, contar un cuento y que se durmieran, la pequeña de tanto toser lo ha echado todo por la borda. Cambia sábanas, pijama, albornoz, muñecos, todo al cubo de la ropa sucia.

Pena de rissotto de bolets.

Limpia con agua caliente y jabón el cosi en el que ha acabado de darlo todo, pasa el mocho por el suelo, dale de cenar al perro que protesta, recoge las bolitas de pienso que se han caído, vuélvete a lavar las manos por quinta vez en 20 minutos.

Ya se ha acabado la lavadora, pon la secadora y lava ya las sábanas y el muñeco afectado que huele que alimenta. Vuélvete a lavar las manos.

Son las diez.

Luego la fisio de suelo pélvico me preguntará porqué no hago lo que me dice y practico ejercicios de Kegel media hora cada noche y lo del etíope en plena hambruna que se llama ejercicios hipopresivos.

Señora. No puedo con mi alma!

Y con los dos platos de rissotto q me he comido no puedo hacer el etíope!

Si yo no era así!!! Devuélvanme a mi Maria!!! Era mucho más cómodo! Vas a comparar!!

Aunque bien mirado...creo que debería sentirme más orgullosa de ésta que de aquella....al fin y al cabo, ahora ayudo todo el rato y no hago casi nada para mi. No es que ayude, es que sin mi (y el 50% correspondiente a mi esposo) nada de esto tiraría adelante.

Y creo q lo de ser madre va por ahi.

Me refiero a anteponer a la família a hacer lo que te rota en cada momento.

Porqué lo de hacer de chacha digo yo que te lo ahorras si eres rica y tienes interna, no? Es una opción interesante, miraré mi cuenta corriente a ver si me ha salpicado por casualidad una de estas tramas de sobrecitos!

Au, bona nit, a descansar, yo desde luego caeré frita frita !

miércoles, 8 de octubre de 2014

Un ratito de gratitud

Gracias, gracias y más gracias.

Por la vida, que me ha dado tanto, como diría Violeta Parra.

Por tantos motivos deberíamos dar las gracias cada día al levantarnos, y cada noche al acostarnos, que al final no darlas no deja de ser un signo inefable de lo perfectísimamente bien que estamos, y siempre hemos estado, queja mediante.

 Ayer empecé (y casi acabé) "Si te dicen que caí", de Juan Marsé.


Todavía tengo una pelota incrustada entre el esófago y el estómago, una retroexcavadora con bulldozer ha entrado en mi aparato digestivo y se me ha llevado parte del alma que guardo allá y ahí ando intentando recomponerla, sacar la pelota y devolverme la fisiología que debiera estar en su lugar.

Brutalidad. Dolor enquistado en la corta memoria infantil de los niños protagonistas, rotos y ya viejos. Personajes sórdidos absolutamente faltos de toda moralidad. Violencia sexual. Sociedad putrefacta. Y Barcelona, años 40 de telón.

Y para más inri las calles que piso cada día. Secretàri Coloma, Escorial, Legalitat, Providència. Hoy ciudad ejemplar, con sus tiendas y sus bares, sus personas mayores sentadas al sol, su ajetreo de barrio. Sus acera arregladas, los edificios de pisos dignos y decentes. La calle limpia. La escuela rebosante de niños alegres. Que no juegan a que torturan, que no comen de entre las basuras, que no se ponen azufre en la cabeza para combatir la sarna. Que no se prostituyen por 4 chavos.

Niños que no tienen el recuerdo de sus padres fusilados, ni colgados, ni humillados. Niños cuyas madres son razonablemente felices, entre sus estreses laborales y sus conciliaciones, pero amigos, amigas, bendito problema!

75 años han pasado. Sólo una vida. Marsé y tantos otros están ahí para contárnoslo. Nos cuentan ellos lo que nuestros abuelos han callado. Porque lo sufrieron en sus carnes y recordarlo es revivirlo o porqué en su momento pudieron escoger no quererlo ver, se amarraron bien fuerte y a consciencia la venda en los ojos y ahora, a estas alturas, el paso del tiempo lo pone en bandeja para hacerlo todavía más insignificante. Más irreal. Probablemente hasta lo hayan conseguido olvidar. Ellos han ganado. Ya casi nadie sabe ni quiere saber lo que ocurría hace una vida.en los descampados alrededor del campo del Europa, en el Guinardó, en el Carmelo, en las faldas de Montjuïc,  en el Somorrostro.Ya nadie se acuerda de la miseria. Somos una ciudad opulenta, rica y orgullosa. Estamos entre las 10 más turísticas del mundo. La mierda se ha barrido bajo la alfombra del olvido.

El Carmelo y el Guinardó son, sin ser de lujo, barrios dignos con todos los servicios. Montjuïc es una zona ajardinada y monumental, testigo orgulloso y mudo de los fastos de la Barcelona Olímpica. El Somorrostro ha quedado enterrado por la arena de la Barceloneta, las icónicas torres Mapfre y el pez dorado, así como por el resto de la Vila Olímpica. En el Raval, en cambio, la miseria continúa, pero esta vez los emigrantes vienen de tan lejos que nos cuesta empatizar, y la venda en los ojos vuelve a apretarse.

Yo no soy de los que se quejan de que Barcelona sea ahora un escenario de cartón piedra sin personalidad, para rodar anuncios de coches y darle un marco coherente a las obras de Gaudí. No extraño esa Barcelona de moral carcomida, de vencedores y vencidos. De muy vencedores y de extremadamente vencidos.

Me siento afortunada de haber llegado a ella con este lapso de vida que me ha ahorrado vivencias desgarradoras, difíciles de sobrellevar con dignidad el resto de tu vida. Me maravillo de que en sólo una vida las heridas hayan cicatrizado, que la dignidad haya sobrevivido.Se las llevan, las unas y la otra, sus víctimas a la tumba. Nos las han ahorrado. Y la prosperidad ha hecho lo demás.

No digo que antes fuera mejor, esa cínica e insultante afirmación merece embucharle al susodicho la bibliografía completa de Marsé, Gil de Biedam, Terenci Moix y Vázquez Montalbán en 24 horas y que escuche luego testimonios reales, a ver que tan "auténtico" le parece! (Sacaremos a Mendoza de ahí porqué sería capaz de no entender más allá de la ironía graciosa de sus hilarantes peripecias.)

No era mejor. Ni mucho menos. Pero aunque duela, aunque se nos lleve un trozo de esófago por el camino, o precisamente por eso mismo, hay que conocer esa Barcelona. Para valorar la de ahora. Para valorar este momento, esta vida. Esta paz (aunque haya quien la quiera tergiversar), esta prosperidad (aún con la que está cayendo), el respeto por los derechos humanos y la protección férrea a nuestra infancia. Para crecer. Para madurar.

Y para dar las gracias a quien corresponda. Para tener un ratito de gratitud.






miércoles, 1 de octubre de 2014

Downshifting y otras quimeras

A 1 de octubre de 2014 me hallo como una sopa de mocos y con mis planes de downshifting tan tierna y amorosamente amasados durante el verano tambaleándose peligrosamente.

En menos de dos semanas he visto caer uno tras otro cual piezas del serpentín mis grandes propósitos de septiembre (todos ellos en la línea de trabajar menos, estar más y mejor con los míos...etc etc)

Empecé bien a grito eufórico de "a tomar todo por el culo" antes del verano.

Continué mejor que bien tomándome tres meses de vacaciones, así, rollo l'Oreal, porqué yo lo valgo!

Septiembre empezó a torcerse pero yo aguanté estoicamente las embestidas a fuerza de repetirme a mi y al mundo tercamente "mientras las niñas no empiecen el cole yo tampoco"!

Pero las dos semanas siguientes han sido el castigo divino de los dioses envidiosos de mis 3 meses de verano!

Me temo que estoy pagando con creces mi osadía.

En dos semanas he tenido QUE LIDIAR

Con correos histéricos de gente idem que total, acaban de llegar de vacaciones como yo y de ir a medio gas en julio y pretenden que esté todo listo sólo llegar y hacen pagar sus agobios a los del siguiente eslabón de la cadena.
Con la nevera vacía.
Con poner (o intentarlo sin mucho éxito) al día todo lo atrasado.
Con vuelta al cole (así, en plan genérico).
Con el tetris de extraescolares (así, específicamente).
Con la nevera vacía.
Con hacerme con los equipamientos propios de sendas extraescolares (bañadores, gorros, toallas, gafas, chanclas...se repite la historia, q es un bucle, y kimono de judo como novedad)
Con los sueños mal domados.
Con la nevera vacía.
Con temas de curro aplazados a octubre pensando que octubre no existiría porque el mundo se habría acabado antes porque nos caería un meteorito o nos ahogaríamos en el mar (los barceloneses) con lo del cambio climático.
Con las lluvias torrenciales.
Y con la nevera vacía.

Tengo que recomponerme el moño, respirar hondo en la medida en que mis virus ascensor (léase los q pasan de niños a adultos) me lo permitan y plantarle cara al mundo, y darle calabazas al sitio que me tiene reservado.

Que no, que a mi ya no se me engaña. Que yo ya he pringado. Que no quiero meterme en el ciclón del día a día ni en la rueda de las urgencias.
Que el curro más importante nunca lo es tanto como para dejarte exhausta y sin energía para los tuyos.
Que de hambre no moriremos.
Que necesitamos poco, que como decía mi abuelo Erundino "es más rico quien menos necesita que quien más tiene".

Y aun así me voy viendo metida por compromisos adquiridos, porque en el fondo (y en la superficie) me va la marcha y no sé decir que no porque todo me apasiona incluso los proyectos ruinosos...casi parece que cuanto más ruinoso mejor! Y a todo esto, yo no estaba en el paro? ¿Que ha pasado? Ahhh si, que era un paro virtual, un paro emocional, una declaración de intenciones venida a menos. Al final la única diferencia es que yo me considero en el paro. Vamos, otra estratagema de autoengaño de las mías. No hay que preocuparse.

Tengo mucho camino que recorrer buscando el equilibrio, y aprendiendo a planificarme mejor.

He descubierto que gran parte de mis desasosiegos y estreses vienen porque mi nivel de planificación es cero y siempre ando con la nevera vacía y llegando tarde a todas partes (tarde y estresada).

Quiero cumplir un horario (con muy pocas horas laborales puestos a pedir).
Quiero cobrar (parece una perogrullada pero sé de lo que me hablo).
Quiero cocinar más y mejor.
Quiero dedicarme íntegramente a mi familia por la tarde (sin intrusismos de mails de curro leídos y lo que es peor, contestados, a hurtadillas con una mano y un ojo mientras con la otra mano columpio una niña y con el otro ojo vigilo que no se me desnuque y así en plan global bizqueo)
Quiero que cenen pronto y se acuesten pronto.
Quiero escribir (más) y leer (más).

Aunque he mejorado muchísimo desde mi primer post de reconstruyendoamamá (entre otros indicadores: leo y escribo ;-)), aún me queda...
.... Y me da que para cuando haya aprendido a organizarme con esto de llevar una familia y ser una emprendedora apasionada con proyectos ruinosos de bombero las niñas ya se habrán ido de casa a estudiar, conocer mundo o lo que sea que se haga de aquí 15 años y yo tendré que consolarme inaugurando la nueva temporada de post "Reconstruyendo a mamá post nido vacío" ;-)!

Hasta entonces seguiré en la brecha!

miércoles, 11 de junio de 2014

La maravillosa terapia de mandarlo todo tomar por el culo

Por fin!

Por fín me he decidido a mandarlo todo a tomar por el culo!

Que muerto me he quitado de encima! Que muerto no, que morgue!!

Ya está. Después de 4 años picando piedra para sacar chirlas, inventándote y reinventándome y volviéndome a reinventar.

He pasado de tener una pequeña ingeniería con 4 personas a ser ingeniera free lance sola con colaboradores conforme los proyectos iban cayendo y la capacidad de financiación iba ahogándome más y más.

He pasado de facturar 120.000 € anuales a no poder costearme autónomos, que he pagado religiosamente sin que por ello tenga a cambio ningún derecho de paro que me facilitara el paso que voy a hacer ahora.

He pasado de redactar proyectos, dirigir obras e incluso ejecutarlas a gestionar y limpiar pisos turísticos.

Me he levantado nuevas actividades de cero que pudieran contribuir a saldar la deuda generada por la actividad anterior:

- He montado y gestiono una casa rural a distancia.
- He creado un coworking que ahora está a pleno rendimiento.
- He montado un piso vacacional con un 9'7 de media de 26 comentarios a pleno rendimiento.
- He creado y atendido tres cursos online de nivel universitario por el que han pasado un centenar de alumnos a los que me he dedicado en cuerpo y alma
- He co-creado un curso a nivel de máster de un colegio profesional en el que me he volcado para que aprendieran un software que no tenían ningún interés particular en aprender.
- Estoy montando una iniciativa para crear programas para estudiantes extranjeros en prácticas en Barcelona
- Y estoy creando dos cursos MOOC para una academia de Nueva York.

Y todo esto sin ver apenas un duro, no me preguntéis cómo lo he conseguido porque ni yo misma lo entiendo, tendré que reflexionar acerca de mi patológica aversión a ganar dinero, el día que me decida y tenga pasta para hacer terapia.

Puede que tenga que ver con que cuando levantas todo tan de cero nunca te alejas demasiado del cero, y después de invertir mucha energía, esfuerzo y tiempo (del que no dispongo, por lo que todavía es más valioso) no llego más que al uno o al dos. Y así una no se quita de pobre y en cambio llega a límites de agotamiento crónico, angustia y una terrible sensación de que arrastras un carro lleno de piedras.

Y no tengo más energía. Hace tiempo que he llegado a la reserva y ya estoy grimpando el motor.

Antes de que explote, he decidido hacer terapia: la terapia de mandarlo todo a tomar por el culo!

Y no sabéis la sonrisa que se me puso en cuanto me día cuenta que esta vez si, esta vez en lugar de dar vueltas y vueltas a mi malestar crónico como un ratón atrapado en un laberinto tomaba una decisión, firme y drástica.

Me voy al paro!

Al paro relativo, pero como si fuera paro.

Para empezar me doy de baja de autónomos, julio va a ser mi último mes después de 10 años cotizando y sólo este paso me aligera la mitad del peso. Porque pagar autónomos no es sólo pagar 260 € al mes.

Cuando pagas autónomos haces un pacto con la sociedad, en el que renuncias al estado paternalista y asumes la responsabilidad de tu vida profesional. Asumes que vas a carecer de unos derechos que para quien nunca los ha disfrutado se le antojan un auténtico lujo asiático. Vas a carecer de ellos porque apuestas por tí. Apuestas a que te vas a saber buscar la vida, a que vas a saber aprovechar y generar contactos, a negociar con tus clientes y proveedores, a ser mejor o venderte mejor o ambas cosas que tus competidores, a conseguir buenas financiaciones con los bancos, a aprender a administrar tu tiempo y la carga de trabajo que te auto asignes, a controlar tus emociones y a conciliar y separar los problemas que quieras o no se van a acostar contigo y tu vida familiar.
Si eres profesional liberal además tienes que ser bueno en tu área de conocimiento y estar siempre al día.


Apuestas a que no sólo lo sabrás hacer sino que la suerte también se pondrá de tu parte, y la coyuntura económica, y la salud.

Cada mes que pagas autónomos te reafirmas en esto, y es un voto con el que has de comulgar sí o sí, y asumir en silencio y con responsabilidad porque nadie te ha obligado.

Esa carga pesa infinitamente más que los 260€.

Para mí dejar de pagar autónomos y pasar a engrosar las filas del paro me parece un alivio.

Ya no puedo seguir en esta trinchera.

Asumir la derrota o la incapacidad (temporal o no, bastante tengo por hoy como para preocuparme del mañana) para llevar a término este gigantesco esfuerzo que implica levantar la persiana me ha aliviado inmensamente. Me he auto eximido de esta obligación auto impuesta.

Me voy a las listas del paro. A esperar pacientemente que alguien me encuentre, me ofrezca lo que necesito ahora (media jornada, poca presión, cero preocupaciones en cuanto acabe mi jornada laboral y salario y SS a fin de mes) y hacerlo lo mejor que esté en mi mano (sin extralimitarme en mis funciones, que me conozco). A que el estado se ocupe de mi paro, de mis enfermedades, mi pensión, que mis impuestos sean regulares y no tenga que financiar continuamente al Tesoro Público ni me sangren a impuestos absurdos y desproporcionados. A tener unos derechos que me amparen, que por violados que anden últimamente no dejan de serlo, frente a la absolutos indefensión del autónomo.

Me voy porque mi marido me lo puede regalar, porque puede hacer el papel que en la mayoría de casos, al menos durante un par de años hace el estado. Evidentemente no me va a pagar una prestación, o un sueldo que viene a ser lo mismo. Pero aportará como ya lleva tiempo haciendo mi parte contratante. Y yo a cambio dejaré de aportar nubes negras, angustias, dolores continuos de estómago, reglas endiabladas y llantos a media noche. Creo que es un buen negocio.

Me voy y mientras no aparece el trabajo ideal cuidaré de mi casita rural a distancia, que es nuestra y puede dar y dará más de sí, y daré algunas clases si surge, siempre y cuando no tenga que darme de alta de nada al ser docencia.

Y voy a destinar mi energía a criar a mis hijas con templanza y alegría, a no ser el saco de nervios desbordado en el que me he convertido justo estos últimos años que coinciden con su existencia.

No es justo y no hay necesidad.

Así que todo lo otro.... A TOMAR POR EL CULO!

Adiós Coworking, adiós Living, adiós MOOCs, adiós UNAUS, hasta luego Internships, ya veremos Caminos, adiós ríos, adiós fontes, adiós regatos pequenos, adiós vista dos meus ollos, non sei cando nos veremos, ojalá nunca máis!!


Hola calma, hola simplicidad, hola cosas pequeñas, hola sonrisa, cuánto tiempo sin verte por aquí!!! Hola paro. No me asustas, me gustas! :-)














miércoles, 20 de marzo de 2013

Volando voy...

Mientras pruebo suerte alternando entre las dos posibles posturas que me permite mi asiento del avión (a saber: piernas cruzadas en diagonal derecha vs. piernas cruzadas e diagonal izquierda) me pregunto cómo diablos es posible que yo, con mi fastuoso 1,62 de altura me vea en esta tesitura, por dios, altos: cómo sobrevivís!!??

Y ahí entra mi teoría de la elasticidad: no la de los cuerpos, sino la de las mentes humanas.


  • Lo comprobé en mis propias carnes en la maternidad y la relatividad del umbral del dolor / sueño / paciencia / cansancio y / como no, amor.


  • Lo compruebo en las masas humanas nacionales cada vez que escucho las noticias y asisto impasible al fracaso de país en el que vivimos y las tragedias colectivas que sufrimos impasibles también.


  • Pero el caso de los usuarios del avión y aledaños del sector siempre me ha maravillado por su capacidad de amansar pequeños colectivos de gentes en los que igual reconoces al ejecutivo de multinacional con su impecable traje (y sueldo), a la madre agobiada con su bebé, a la abuela que trata de acomodar sus cansados huesos, todos ellos abocados irremisiblemente  al infame trato que nos depara este amado sector desde el mismo momento en que te ves en la obligación de volar.

Y que me dispongo a relatar... 



Fase I: La elección del vuelo

Hay que escoger compañía. Empiezas a cotejar horarios y precios. Si vas de capital a capital eres una afortunada, si no es así vamos mal, y si vas mal de pasta para taxis y coches de alquiler estás vendida!

Intentas casar horarios de vuelos con el del autobús del aeropuerto con el del autobús/tren que te ha de llevar a tu no-capital-con-aeropuerto (cosa rara en España, por otra parte). 

Yo he llegado a pasarme en esta operación lo equivalente al propio viaje, palabra!

Tampoco es rara la desproporción teniendo en cuenta que existen otras desconcertantes proporciones como que el taxi al aeropuerto te cueste más que el vuelo! 

Fase II: La compra del vuelo

Comprueba que has hecho realmente la compra. ¿No has recibido el sms de confirmación?? Malo. Ni el mail de confirmación? No, el mail de reserva no vale, ha de ser el de confirmación! Tienes código? Pero código de vuelo, no de reserva! Vale...dos días antes de volar no te han mandado nada? Uy uy uy!! 

Hasta que no estás sentada en el avión no tendrás la certeza absoluta de que vas a a volar, no hay que fiarse nunca!! Te lo dice una que se ha quedado en tierra más de una y más de dos veces! ;-) y hasta creo que más de tres... :-( snif


Fase III: El día del vuelo
Ha llegado el gran día. Si vuelas a las auroras esa noche asume que no vas a pegar ojo pensando que te dormirás y perderás el avión. Y si eso no te preocupa tranquila, se confabularán tus hijos, el perro del vecino y los ronquidos de tu pareja para evitar que lo hagas. 

Cuanto antes lo asumas mejor. Si vuelas a las 7:45, a las 6:45 hay q estar en el aeropuerto, a las 6:15 salir de casa, a las 5:45 despertarte. No dormirás. Y llegaras a la reunión echa unos zorros. Es así! 

Lo único que te puede consolar es que el aeropuerto un lunes a las 6:45 es un auténtico festival, la primera vez que lo ves no te lo crees, ¿que te creías!? ¿que eras la única desgraciada que se pegaba semejante madrugón!? Pues ya ves q no! Ni siquiera tienes ese pequeño placer! ;-)

Esperas en la cola de facturación rogando a dios que esa "afable" señorita o señorito azafata/o de tierra cuya misión es mandar tu troley a la panza del avión no lo haga. Para evitarlo has conseguido comprimir gracias al sistema de bolsas al vacío que usaba tu madre para enviarte jamón cuando estabas de erasmus toda tu ropa y cumplir con la normativa....a no ser...ah! que vuelas con Ryan Air?? Ni lo intentes, paga, factura la maleta y olvídate, estás tratando con el diablo!

Bien. has hecho todas las trampas! Por suerte eres mujer y te pasas el "sólo un bulto" por el forro de tu troley, el de tu bolso y el de tu bolsa del portátil...algún problema?

Y a la vuelta añades al árbol de navidad en que te has convertido la bolsa llena de merchandising de tus clientes! Es un regalo, no vas a facturarlo!


Felicidades, campeona!! has conseguido colarles 4 BULTOS!! jeje!

Fase IV: el arco y sus adorables guardianes

El arco. Te acercas desafiante mientras te apresuras (aprietan los de atrás y tus bandejas avanzan solas sin contenido) a desnudarte y a segmentar hasta la atomización de partículas tus cosas ( pq llevaré 4 BULTOS? pq no habré facturado!!). Mi flamante portátil nuevo tamaño "extralarge" panorámico me juega especiales malas pasadas porque quise compensar el tamaño "extralarge" de su presupuesto con la no-compra de la funda apropiada. Resultado, que meterlo y sacarlo se convierte en un suplicio, en un parto con forceps!... y ya llego al arco, y aún con estos pelos!!

Bandeja para portátil.
Bandeja para la bolsa, el abrigo y la vida.
Bandeja para el bolso.
Bandeja para la bolsa de merchandising
Bandeja para el cinturón, las monedas y las llaves si eres hombre

Definitivamente no era tan buena idea lo de no facturar....y a rezar para que los zapatos no te piten!

Fase V: esperando...
Escudriñas con hábiles ojos de lince especializados en la geolocalización de enchufes el territorio comanche del aeropuerto, para anidar en algún rincón y restablecer tu vida_propia/burbuja vía correo/whatsapp en ese inmenso frigorífico espiritual en forma de aeropuerto. Qué bien tener que llegar con medio día de antelación a estos espacios tan humanos y acogedores!


Fase VI: el embarque
Antes, el embarque consistía en que la gente se ponía en cola civilizadamente y esperaba con infinita paciencia, puesto que avión y filas va siempre unido:


Fila para facturar
Fila para el arco
Fila para el café
Fila para el baño
Fila pare el embarque
Fila en el finger
Fila para entrar en el avión
Fila para salir del avión...etc

Las filas están mal, son un rollo, pero al menos sabes a qué atenerte y pones el cuerpo y el alma en "modo avión".

Ahora, visto que tenemos esa capacidad innata e infinita de resistir calamidades aeroportuarias han decidido darnos una vuelta de tuerca más, y se han inventado unos maquiavélicos sistemas para hacernos hacer los movimientos más grotescos y desconcertantes hasta lograr su clímax: el ridículo grupal de los pasajeros!

Estando todos ordenaditos y tranquilitos en la cola, al grito de EMBARQUE DE:


  • Familias y niños primero!
  • Los VIPS, Duos, XL e inventos varios cuando gusten (que para eso pagan más!)
  • de la 1 a la 16 los últimos
  • los últimos serán los primeros (no, si ya lo decía la Biblia, vendría en el Nostradamus también?)

Consiguen que todos despertemos de nuestro letargo "colil" (palabro) y nos movamos tímidamente de nuestro sítio, mirándonos los unos a los otros sin saber cúal es nuestra supuesta fila. Eso en el supuesto de que hubieran 4 filas (familias, VIPS, 16 a 31, 1 a 16), pero lo único que hay es un batiburrillo de gente indecisa que se aglutinan alrededor de la puerta de embarque sin orden ni concierto, y poco a poco, cual desagüe, los últimos van pasando mientras los primeros (aun aferrados a sus primeros puestos que de poco les han servido) miran el desfile con mal disimulado fastidio!

El único remedio que les queda es observar cómo los sufridos pasajeros compañeros pasan por la azafata de la siguiente y digna tesitura: 
DNI en los dientes, bolso colgando del codo, bolsa del portátil colgando (y destrozando) el hombro, troley arrastrado por el meñique a punto de descuajeringar su falange, falangina y falangeta, abrigo colgando del bolso y barriendo el (por suerte) impoluto suelo del aeropuerto, y of course, no nos olvidemos del maravilloso mechandising de los c.j...s!

Fase VII: El finger
Merece fase a parte, porque con demasiada frecuencia, cuando ya te creías a salvo de todos los aledaños avioniles y contabas con que sólo te quedaba el combate central en el avión, vas y te das con el finger.

O lo que es peor! la jardinera (autobusito)!

El finger (dedo en inglés), para los que lo ignoren, es un tubo del tamaño del que llevas en tu neceser de pasta de dientes, en el que todos los pasajeros se apelotonan una vez pasado el trámite DNI en los dientes, recomponiéndose como pueden sin dejar de avanzar posiciones respecto sus competidores, que en definitiva es lo que se viene haciendo desde que se llega al aeropuerto.

Esta yo diría que es una de las maniobras nacida en alguna mente perversa de la gestión de pasajeros aeroportuarios más refinada: los vamos embarcando pero...ay amigo! el avión todavía no está listo!! 

está CERRADO!! 

Desde las ventanas ves perfectamente cómo justo empiezan a ponerle el combustible!!! o están limpiando el avión! Así que cada vez hay más gente en el finger, menos espacio y menos recursos vitales (O2)!! 

Digo yo que nos deberían pagar en lugar de cobrar! Se me ocurre...

El finger llega a temperaturas dignas de sauna, y si has cometido el error de ponerte el abrigo para disminuir un accesorio colgante y no barrer el suelo, el nivel de sudoración puede llegar a extremos alarmantes que, junto el ridículo que vienes de hacer cambiándote 8 veces de cola dice poco de tu dignidad. 

Nunca, repito, nunca, pretendas ligar en estos trámites de tu vida. No lo conseguirás.

De la jardinera no puedo hablar mejor. Con especificaros que en el argot de aviación se le llama así porque transporta a todo de capullos de un lado a otro ya os lo he dicho todo! 

Viene a ser exactamente igual que el finger pero en móvil, con el agravante de que alternas las altas temperaturas con las siberianas mientras dejan las puertas abiertas para que vayan entrando los pasajeros en plena madrugada invernal. 


Y bueno, claro, por supuesto se ha desorganizado de nuevo la fila, y los que tan ufanamante habían entrado primero (familias, VIPS y demás) se vuelven a ver en el lodo del montón! 

Fase VIII El avión
El avión. Mido 160, peso digamos que entre 50 y 60 kg (si, así en plan holgado). Gasto una 38. Y no quepo. Con eso creo que lo he dicho todo.

Pero hay más...hay más.

Hay esos compartimentos enanos en los que meter el troley, el bolso, el portátil, el abrigo y el p... merchandising . En los que cualquier atisbo de agrupamiento familiar es un lujo, y acabas haciendo de abeja diseminando partes de tí a lo largo y ancho del avión. 

Yo con eso tengo un truco para que no me pase, pero no os lo digo para que no me copiéis, que se me acabaría el chollo! (pero cuando lo hago tengo q hacerlo rápido y sin que me vean las azatas/os, es la mejor parte, junto con la de "colar 4 bultos (fase I)" por lo que tiene de adrenalínico de infracción de normativa aeroportuaría).

Hay esos compañeros de viaje con los que clavarse los codos mutuamente del modo más amigable en la medida de lo posible...esos mismos que, lamento entrar en temas escatológicos, pero alguien tenía que decirlo, por muy trajados y encorbatados que vayan, sus sistemas digestivos se ven alterados por los cambios de presiones y amenizan el viaje a los de su alrededor regalándonos momentos irrespirables. 
Este efecto (se evidencía en los oídos, como no iba a hacerlo en los intestinos?) es especialmente severo en esos adorables viajes madrugón, en los que se mezcla el café de polvos del avión con la hora all-bram de muchos pasajeros, y las consecuencias pueden ser nefastas. Y ya abandono el tema.

Fase IX La llegada
La llegada al destino es una cosa, y la de verdad es otra. Es otra desproporción digna de mención, en un vuelo BCN_Palma te pasas más rato rodando por las pistas del aeropuerto que volando!

La llegada a puerta viene precedida por todos los ninuninu... (musicado) de móviles encendiéndose apresurosos de volver a sus realidades y los tropemil whatsapp, sms de llamadas perdidas y correos entrantes actuando de banda sonora de la llegada y del efecto push up.

El efecto push up es el tsunami humano que hace que todos, TODOS los pasajeros se pongan de pie en actitud de "me estoy yendo del avión". Es un momento mágico, puesto que lo hacemos todos de golpe y muy rápido, pero luego nos quedamos así, congelados, cuál estatuas de cera en esa postura imposible. 

Es muy democrático, a todos nos pasa por igual independientemente de que estemos en la fila 31 lado ventana y todavía queden lustros para que nos toque a nosotros el ansiado momento de liberarnos del avión o seamos el VIP number 1 lado pasillo. 

Es así, democrático modalidad española! tu te piensas que tienes los mismos derechos y que vas a salir igual que todos, y te levantas igual que todos cual resorte en tus nobles partes, pero te vas a tener que tragar aún mucho rato y muchas calamidades cuando los vips y demás ya hace rato q están fuera. 

Somos todos iguales en expectativas, lástima que a unos se les cumplan y a otros no! Quien se lo iba a decir a tantos, con tres carreras, dos másteres y cuatro idiomas que iban a currar de becario toda la vida!


Fase X Aeropuerto de destino
La llegada al aeropuerto de destino es lo más parecido (especialmente en los vuelos nocturnos) que he presenciado a una estampida de búfalos atravesando las desiertas (e impolutas de tanto abrigo escoba) llanuras del aeropuerto camino de la "salida"!

Y total, para qué correr?

jeje, si tenemos tres opciones! Encontrarnos en:

  • la cinta del equipaje
  • la fila de los taxis/bus
  • la fila de la máquina del párking!
Qué glamour, oye! como me gusta volar!! 

Ya he llegado, os dejo!

Acaba de ocurrir el fenómeno "push up" y ya me empuja mi compañero del lado ventana para que me inserte (solde?) con el mogollón del pasillo y se impacienta porque me ve escribiendo. Me pregunta si voy a salir y le contesto que no, que me voy a quedar a vivir en el avión, que me encanta! pero no tiene sentido del humor, que pena por él! 

Voy a intentar hacer el reagrupamiento familiar de bultos en la medida que los que vienen empujando por detrás me lo permitan, hoy me he olvidado de hacer mi supertruco :-(

Gracias por acompañarme, y recordar que cualquier parecido con mi realidad de este relato es coincidencia, lo mío es purita ficción!

Buen viaje!!! 



(otro día el especial: Viajar sola con bebés, no tiene parangón!!)



viernes, 1 de marzo de 2013

Poniendo el hilo en la aguja

No sé muy bien porqué es ahora, con las niñas creciditas (4 y casi 3), cuando me coge con más fuerza el tema de la maternidad...

Mirando atrás
De alguna manera es como si hubiera pasado todo este tiempo subida a un barco sin gobierno, capeando temporales, y no me hubiera podido parar a pensar ni un segundo en de dónde ni cómo me venía la tormenta.

Ahora observo con curiosidad diseccionadora a las que me vienen detrás...las hay que están en un pozo oscuro, porque no, la maternidad no siempre es ese cuento de hadas, me atrevería a decir que como la felicidad, lo es a ratitos.

Las hay recién paridas, con todos los miedos, agobios y por supuesto ilusiones de los primeros dias...

Las hay en fase "anulación crónica de desarrollo personal", cuya existencia pasa por la crianza de sus hijos olvidando que un día fueron curiosas, inquietas intelectualmente, emprendedoras, activas....

Ahora es como si por fin hubiera encontrado una isla estable, un mar en calma, desde donde veo un trocito de mí en todas ellas, desde donde poder analizar el terremoto que ha supuesto en mi vida tener dos hijas en menos de dos años, siendo profesional liberal, y con una mudanza a 1.000 km y cambio de vida radical recién parida de la segunda!

Es todo tan intenso y sobretodo agotador que te quema en los dedos mientras te está sucediendo. Y eres completamente miope. Tienes las fuerzas justas para ir pasando el día a día, ¿cómo pretender hacerlo además con sabiduría?!

El ansiado equilibrio
Puede que haya madres que lo consigan.

Puede que haya madres que sepan encontrar el equilibrio entre:
  • atender al bebé
  • mantener la calidez con tu pareja
  • rendir profesionalmente
  • ser creativa en tus propuestas
  • generar nuevos encargos profesionales
  • mantenerte a la última en tu cosa profesional
  • mantener el contacto balsámico de las amigas
  • contentar a toda la familia, de uno y otro lado (con los nietos de repente todo cambia)
  • tener momentos de escapadas intelectuales (¿leer?)
  • practicar deporte
  • recuperar la figura
  • concoer lugares nuevos con tu pareja (¿viajar?)
Evidentemente es imposible conseguirlo! y quien lo haga miente!

Dependerá de cada una ser lo suficientemente sabia como para anticipar las carencias que se le vienen encima y no caer en ellas, y si lo hace, darse cuenta antes de que sea demasiado tarde.

Trabajo o no trabajo?
Algunas pueden optar por eliminar de su carro la parte profesional temporalmente, y ciertamente, se debe reducir gran parte del estrés... Pero la atención a los bebés y pequeños es como un gas que ocupa todo el espacio que le das.

Más tiempo le dediques, más que te ocupará y volveremos a las mismas!

Además seguramente no contarás con ayuda porque ya que has renunciado a tu trabajo y te ocuparás tu al 100% de los niños, con lo que eso representa! (es poco probable que económicamente puedas permitirte perder un ingreso e incrementar un gasto!)

De modo que lo  más probable es que acabes en un estado de nervios digno de una maniacodepresiva!

Todas necesitamos un momento para nosotras, para sentirnos realizadas, y muchas lo encontramos en el trabajo, a riesgo de cargarse con todavía más responsabilidades


 ¿A qué renuncio?
Al final a lo que acabas renunciando, lo que primero cae de la lista son las cosas que en biología se llaman "esenciales": minúsculas dosis de determinadas moléculas imposibles de generar por nosotros mismos y que deben ser aportadas desde fuera.

Como el famoso omega 3-6-9 (contenido en el aceite de onagra): una pequeña dosis nos solucionan prácticamente todos los problemas fruto de desequilibrios hormonales.

Los esenciales dan mucho y piden poco.

Igual que las amigas, igual que un buen libro, igual que una sesión de deporte gratificante (para quien le sea gratificante, claro!), igual que salir a bailar o participar en una tertúlia sobre ópera (por poner un ejemplo), igual que una velada con tu marido cuando estais en sintonía (eso también va y viene)

Y en cambio, son las primeras en caer de la lista! Gran error, del que me doy cuenta ahora, a toro pasado! :-(
Y no será pq no te lo dicen!

¿Podemos con todo?
 Las mujeres en general, y las recién paridas en particular tienen, tenemos, un problema de sobredimensionamiento de las propias capacidades.

Tendemos a pensar que podemos con todo, y nos lo vamos tirando todo a la espalda. Prácticamente no pedimos ayuda, asumimos responsabilidades (muchas de ellas absolutamente gratuitas e innecesarias), y lo que es peor, nos estresamos por ello, nos frustramos cuando evidentemente vemos que no podemos llegar a todo y encima estamos todo el día refunfuñando, de mal humor y culpando a terceros de nuestra situación.

Conclusión: que nos convertimos poco a poco y sin darnos cuenta en la peor versión de nuestras propias madres....

No es pues un nuevo mal, tenemos siglos de experiencia, y a día de hoy no hemos sabido ponerle remedio, ¿que nos pasa??

Reconstruyánomos!
¿Para cuando entender que nuestro tiempo, nuestra sed de saber, nuestras ganas de bailar, nuestra necesidad de crear, de aprender, de vivir, es perfectamente compatible con la crianza?
que no están reñidas! que no es la cara y la cruz, que se complementan y enriquecen, que nuestra felicidad y autorealización como personas intelectual y físicamente activas revierte directamente sobre la felicidad de nuestros hijos!!

Flaco favor nos hacemos a nosotras y a nuestras familias cuando dejamos que el día a día de la crianza absorba nuestra energía sin alimentar nuestras propias baterías.

Empieza ya!

Cada una sabrá cómo hacerlo, sugiero escribir en la pizarra de tus hijos, en el salón, bien grande para que todos lo vean (y lo valoren, y te ayuden a conseguirlo), las diez cosas que te hacen realmente feliz (no vale poner 1.Estar con mis hijos ;-)), y trabajar para que cada día traiga consigo un ratito de como mínimo una de ellas.

Yo lo hice:

1. Escribir

Y aquí estoy!
me lean o no, eso me da igual, a mi lo que me reconcilia con el mundo es escribir

 ¿y a ti?

 :-)