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sábado, 22 de noviembre de 2014

Fetichismos, amuletos y talismanes

Hoy no va de chamanes.

Va de nuestro apego absurdo a las cosas que nos han acompañado. Nuestra dificultad para deshacernos de ellas. O al menos la mía!.

Hoy he alcanzado un hito en el proceso reorganizador y de adopción de buenos hábitos en el que me veo inmersa: hacerme tuppers en lugar de mal comer por ahí a base de bocatas o directamente no comer, ir de verdad cada semana al gimnasio como mínimo una vez por semana, acostarme pronto, no tener úlceras... etc.

Hoy me he enfrentado a un armario lleno hasta arriba de papeles míos de cuando era algo parecido a algo serio profesionalmente hablando.

¡Y los he tirado todos!

Si. Mis 20 libretas de espirales y tapas duras que siempre me acompañan al lado del teclado.

Me resisto a abandonar el boli, y me gusta ordenar mis ideas, hacer listas de cosas o cálculos rápidos a mano. Ojeándolas ahora veo direcciones de correo de gente que te trae recuerdos de proyectos, números de teléfonos que en su momento no sabías si sólo hablarías una vez o se convertirían en clientes o colaboradores con los que acabarías desarrollando incluso una estrecha amistad....

Cálculos rápidos de presupuestos de proyectos que ignorabas si acabarías haciendo, fichas de proyectos, repartos de tareas, esquemas, diagramas, dibujos geométricos a base de cuadraditos reseguidos acompañando a saber qué conversación telefónica...

Los cuadernos són más personales que las agendas, porque no te limitan el espacio, y tanto puedes anotar una lista de la compra como redactar los antecedentes de un proyecto, o notas de un software nuevo.

Por eso me he resistido a deshacerme de ellas durante tanto tiempo. Las he paseado de mudanza en mudanza, cada vez más numerosas, cada vez exigiendo más volumen de casa para ellas. Y qué me daban a cambio. Hasta hoy que las he tirado no las había vuelto a mirar.

¿Por qué guardamos este tipo de recuerdos? Para muchos encima no siendo personales todavía es más absurdo, pero es que lo de personal es un concepto muy difuso. Para mi Aresta, mi pequeña ingeniería fue mucho, y desde luego, muy personal. Ahora que ya la "dí por muerta" hace unos meses, supongo que todavía tenía menos sentido seguir cargando con su cadáver.

Aunque no negaré que Aresta Ingeniería me dio muchos dolores de estómago, me dio tantas otras cosas que siempre me he sentido muy afortunada de haber podido vivir esta etapa.

Aprendí lo que no está escrito. De cosas técnicas desde luego. Pero también de cómo funcionaba el mundo en el que vivíamos (al menos el de antes de la crisis), de cómo es una empresa por dentro, de cómo responde la gente y de cómo no. A trabajar duro, a amar mi trabajo, a tener ilusión y generar ilusión en los clientes, a tener confianza y generar confianza. A entender que los trabajadores son trabajadores y a no pedirles o no decepcionarme si no hacían lo que en mí salía de natural.

Aprendí muchísimo de mis numerosos errores.

Fui muy feliz trabajando duro, ganando autonomía, sentido de la responsabilidad, confianza y sabiduría, y eso, eso está en las libretas. Pero eso lo llevo yo todavía más dentro de mí.

Quizás no recuerde ese teléfono garabateado en 2005, pero sé que ese nombre, Miguel Teixido, me dio la oportunidad de hacerme valer. Quizás ese presupuesto que salió por mucho más en la realidad vaya a la basura, pero las lecciones aprendidas a la hora de calcular presupuestos se fijaron a mí en su momento y por siempre.

No necesitamos amuletos voluminosos pero vacíos, talismanes que nos recuerden tiempos mejores. Lo que tenía que quedar quedó, marcado en nuestra alma como hormigón impreso.

Podemos viajar ligeros, debemos dejar espacio en nuestras estanterías para lo que vaya trayendo el devenir, y no vivir de joyas pasadas, cuyas enseñanzas ya se forjaron.

El pasado, pasado está. Y el papel, a reciclar!

(Creo que si "maté" a Aresta hace unos meses, hoy le he dado sepultura y esto ha sido la necrológica... Que en paz descanse pues! Te recordaré con una sonrisa)

sábado, 23 de agosto de 2014

Un día de melancolía

El otro día intenté mantener una conversación, que acabó resultando monólogo y encima infructuoso, con mi hija mayor (6 años) acerca de cómo quitarse uno de encima esa lacra llamada mal humor.

Le expliqué lo que me contaba a mí mi padre, acerca del mal humor, que como la tristeza, y la melancolía, esas primas hermanas, están amontonados formando una montaña de la cuál cada uno coge lo que quiere.

De pronto una se da cuenta de que es terrible, porque una es enteramente responsable de su mal humor (como de casi todo). No es que el tren venga con retraso, que alguien nos haya soltado un exabrupto o que la bolsa caiga en Nueva York. Es que nosotros hemos decidido voluntariamente estar de mal humor y nosotros seremos quien decidamos cuánto estamos dispuestos a alargarlo.

Es cierto que hay gente con más tendencia al ombliguismo y al ensimismamiento, que viene a ser lo mismo, a saber darse vueltas a uno mismo, como si uno fuera mucho más interesante que lo que le rodea.

Pero mirando sólo hacia adentro es complicado salir del embrollo en el que una se ha metido, porque podemos darnos la razón, a sabiendas de no tenerla, hasta el infinito y más allá.

Hay que abrir la puerta a la burbuja de melancolía en la que nos hemos metido solitos para que entre un soplo de aire fresco que desvicie el ambiente y la rompa, devolviéndonos a la realidad sin filtros oscuros mediante. Pero incluso eso, o eso más que nada, es fruto de una decisión.

Y aún estando dispuestos a dejar que alguien nos ayude a salir del pozo ni todo el mundo tiene la paciencia, la habilidad ni la voluntad de hacerlo, al revés, la mayoría de las veces el malhumorado genera un rechazo visceral a la gente que no quiere que le amarguen su día y con razón!

De ahí el sabio refrán de que el que se enfada tiene doble trabajo!

Y así estoy yo, inmersa en mi día de melancolía.

Debatiéndome entre dejarme rescatar o mantenerme obstinadamente en mi malhumor.

Y diseccionando el proceso mientras tanto para poder explicarle mejor a mi hija cómo diantres aprender a salir de estos lodos sin dañar a los de nuestro alrededor, que aunque no por falta de ganas sino por exceso de amor no nos mandan al carallo como nos merecemos!

Aunque bueno, un día de melancolía de vez en cuando.... ;-)

(mierda, ha salido el sol!, algo habrá que hacer....mmmm, bueno va!)

miércoles, 20 de agosto de 2014

De suspiros y genes...

Suspiros de cansancio, suspiros de desesperación, suspiros de frustración por no saber hacerlo todo mejor, suspiros de alivio, suspiros de ternura, suspiros de amor... Todos ellos, todos, sin excepción, suspiros de amor!

6 años han pasado desde aquel 19 de agosto, tras tres días con sus tres largas noches, cortadas a intervalos de quince minutos por contracciones que me hacían incorporar de dolor, cronometrando nerviosa los minutos que habían transcurrido desde la última.

6 años de ver esa cara de ángel preciosa y perfecta que, con lágrimas en los ojos, rodando mejilla abajo y salando mis labios, miraba yo atónita sin alcanzar a entender el milagro, ese que ocurre cada día en casa de otros y es natural, pero que cuando ocurre en la propia es pura magia...

De bebé pasó a niña chica, y ahora ya a niña.
Todavía es pequeña, lo sé...pero el tiempo va pasando, y lo que va pasando no ha de volver.
Vendrán cosas buenas, y malas también! Habrán más suspiros, muchos más suspiros!

Pero tengo la sensación casi palpable, casi mordible, de fin de etapa. Y a mi los fines de etapa, cuando los reconozco, siempre me ponen triste, pero un triste sereno y feliz. Necesito hacer un pequeño duelo por ellos, aunque esté ansiosa de entrar en la siguiente. Es como si acabarán las colonias de verano y cantáramos "És l'hora dels adéus". Es superior a mi, así de cursi soy!

Y aquí me tenéis, la noche antes a su sexto aniversario, un buen rato después de acostarla, de haberle explicado de cuento el día en que nació, como cada vigilia de su aniversario...

La miro dormida y me viene como a borbotones la emoción, se me inunda el amor, me sale rodando con las lágrimas que otra vez me mojan la cara y me salan los labios. Claro que no se escapa, el amor, vuelve a mi porqué me bebo mis propias lágrimas, cómo no lo iba a hacer, con lo saladitas que están!

Y no se escapa, si algo he aprendido con mis hijas es que das lo que recibes. Das respeto y te devuelven respeto. Chillas y gritan. Risas por risas. Besos por besos. Amor por amor.

Nada escapa, todo vuelve. Y es el puro ejercicio de la responsabilidad por eso. Porque lo que des, te volverá. Y multiplicado. Te volverá a ti una parte, pero esa es la menos importante, aunque sea la más visible ahora. La otra las acompañará toda su vida, para bien o para mal. A ella y a los que la rodeen, a sus amigos y a su familia cuando la tenga, a los hijos de tus hijos. Por suerte todos hacemos camino al andar, y hacemos cosechas propias, no todo va a ser culpa de los padres! Pero mucha parte de responsabilidad desde luego si tenemos!

Por eso es crucial proyectar en ellas lo mejor que pueda escarbar de mi propio baúl. Del nuestro! Porque igual que nuestras células se juntaron para complementar cromosomas nuestras enseñanzas deben dar lo mejor de cada uno. Darles amor, curiosidad, respeto, belleza, saber, generosidad, ética, esfuerzo, orden, límites, confianza, autonomía....
Yo quizás pueda hacerlo mejor en algunas, pero mejor recibirán de su padre muchas otras cualidades que yo carezco o de las que no me enorgullezco especialmente!

Supongo que de algún modo eso es lo que ves en la pareja que escoges como padre/madre de tu prole. Alguien cuyas virtudes admiras porque careces de ellas o las reconoces mayores en el otro. Dicen que la admiración produce enamoramiento. Y yo lo comparto.

Te enamoras de alguien por sus virtudes, quieres convivir con él por ellas, porque te hacen sentir feliz y a gusto y un buen día te ves pensando que es genial que tus hijos no sólo puede que las hereden sino que probablemente las aprehenderán por imitación, como referente.

A veces creo que soy muy obtusa con las cosas más básicas e instintivas. Hay gente que nace con una sabiduría práctica de supervivencia milenaria y yo estoy en la parra y descubro sopas de ajo por doquier!

Yo sólo pido que aunque vaya creciendo y ya no me reclame como lo pudiera hacer cuando tenía 3años, aunque prefiera irse con sus amigas a jugar, aunque ya no se guíe sólo por mi mirada, oaunque sus horizontes se vayan ampliando...sólo deseo que sepa que siempre puede contar conmigo, que la amo con locura, que soy su fan incondicional y que siempre estaré ahí, dónde me necesite. Que lo sepa, lo sienta y lo utilice. Que me quiera un gramo de lo que yo la quiero a ella.

Que consigamos mostrarle nuestros mejores yoes para que pueda aunar virtudes que hagan de ella una persona feliz y equilibrada con capacidad para hacer felices a los suyos. Que haya amor, vaya,

miércoles, 11 de junio de 2014

La maravillosa terapia de mandarlo todo tomar por el culo

Por fin!

Por fín me he decidido a mandarlo todo a tomar por el culo!

Que muerto me he quitado de encima! Que muerto no, que morgue!!

Ya está. Después de 4 años picando piedra para sacar chirlas, inventándote y reinventándome y volviéndome a reinventar.

He pasado de tener una pequeña ingeniería con 4 personas a ser ingeniera free lance sola con colaboradores conforme los proyectos iban cayendo y la capacidad de financiación iba ahogándome más y más.

He pasado de facturar 120.000 € anuales a no poder costearme autónomos, que he pagado religiosamente sin que por ello tenga a cambio ningún derecho de paro que me facilitara el paso que voy a hacer ahora.

He pasado de redactar proyectos, dirigir obras e incluso ejecutarlas a gestionar y limpiar pisos turísticos.

Me he levantado nuevas actividades de cero que pudieran contribuir a saldar la deuda generada por la actividad anterior:

- He montado y gestiono una casa rural a distancia.
- He creado un coworking que ahora está a pleno rendimiento.
- He montado un piso vacacional con un 9'7 de media de 26 comentarios a pleno rendimiento.
- He creado y atendido tres cursos online de nivel universitario por el que han pasado un centenar de alumnos a los que me he dedicado en cuerpo y alma
- He co-creado un curso a nivel de máster de un colegio profesional en el que me he volcado para que aprendieran un software que no tenían ningún interés particular en aprender.
- Estoy montando una iniciativa para crear programas para estudiantes extranjeros en prácticas en Barcelona
- Y estoy creando dos cursos MOOC para una academia de Nueva York.

Y todo esto sin ver apenas un duro, no me preguntéis cómo lo he conseguido porque ni yo misma lo entiendo, tendré que reflexionar acerca de mi patológica aversión a ganar dinero, el día que me decida y tenga pasta para hacer terapia.

Puede que tenga que ver con que cuando levantas todo tan de cero nunca te alejas demasiado del cero, y después de invertir mucha energía, esfuerzo y tiempo (del que no dispongo, por lo que todavía es más valioso) no llego más que al uno o al dos. Y así una no se quita de pobre y en cambio llega a límites de agotamiento crónico, angustia y una terrible sensación de que arrastras un carro lleno de piedras.

Y no tengo más energía. Hace tiempo que he llegado a la reserva y ya estoy grimpando el motor.

Antes de que explote, he decidido hacer terapia: la terapia de mandarlo todo a tomar por el culo!

Y no sabéis la sonrisa que se me puso en cuanto me día cuenta que esta vez si, esta vez en lugar de dar vueltas y vueltas a mi malestar crónico como un ratón atrapado en un laberinto tomaba una decisión, firme y drástica.

Me voy al paro!

Al paro relativo, pero como si fuera paro.

Para empezar me doy de baja de autónomos, julio va a ser mi último mes después de 10 años cotizando y sólo este paso me aligera la mitad del peso. Porque pagar autónomos no es sólo pagar 260 € al mes.

Cuando pagas autónomos haces un pacto con la sociedad, en el que renuncias al estado paternalista y asumes la responsabilidad de tu vida profesional. Asumes que vas a carecer de unos derechos que para quien nunca los ha disfrutado se le antojan un auténtico lujo asiático. Vas a carecer de ellos porque apuestas por tí. Apuestas a que te vas a saber buscar la vida, a que vas a saber aprovechar y generar contactos, a negociar con tus clientes y proveedores, a ser mejor o venderte mejor o ambas cosas que tus competidores, a conseguir buenas financiaciones con los bancos, a aprender a administrar tu tiempo y la carga de trabajo que te auto asignes, a controlar tus emociones y a conciliar y separar los problemas que quieras o no se van a acostar contigo y tu vida familiar.
Si eres profesional liberal además tienes que ser bueno en tu área de conocimiento y estar siempre al día.


Apuestas a que no sólo lo sabrás hacer sino que la suerte también se pondrá de tu parte, y la coyuntura económica, y la salud.

Cada mes que pagas autónomos te reafirmas en esto, y es un voto con el que has de comulgar sí o sí, y asumir en silencio y con responsabilidad porque nadie te ha obligado.

Esa carga pesa infinitamente más que los 260€.

Para mí dejar de pagar autónomos y pasar a engrosar las filas del paro me parece un alivio.

Ya no puedo seguir en esta trinchera.

Asumir la derrota o la incapacidad (temporal o no, bastante tengo por hoy como para preocuparme del mañana) para llevar a término este gigantesco esfuerzo que implica levantar la persiana me ha aliviado inmensamente. Me he auto eximido de esta obligación auto impuesta.

Me voy a las listas del paro. A esperar pacientemente que alguien me encuentre, me ofrezca lo que necesito ahora (media jornada, poca presión, cero preocupaciones en cuanto acabe mi jornada laboral y salario y SS a fin de mes) y hacerlo lo mejor que esté en mi mano (sin extralimitarme en mis funciones, que me conozco). A que el estado se ocupe de mi paro, de mis enfermedades, mi pensión, que mis impuestos sean regulares y no tenga que financiar continuamente al Tesoro Público ni me sangren a impuestos absurdos y desproporcionados. A tener unos derechos que me amparen, que por violados que anden últimamente no dejan de serlo, frente a la absolutos indefensión del autónomo.

Me voy porque mi marido me lo puede regalar, porque puede hacer el papel que en la mayoría de casos, al menos durante un par de años hace el estado. Evidentemente no me va a pagar una prestación, o un sueldo que viene a ser lo mismo. Pero aportará como ya lleva tiempo haciendo mi parte contratante. Y yo a cambio dejaré de aportar nubes negras, angustias, dolores continuos de estómago, reglas endiabladas y llantos a media noche. Creo que es un buen negocio.

Me voy y mientras no aparece el trabajo ideal cuidaré de mi casita rural a distancia, que es nuestra y puede dar y dará más de sí, y daré algunas clases si surge, siempre y cuando no tenga que darme de alta de nada al ser docencia.

Y voy a destinar mi energía a criar a mis hijas con templanza y alegría, a no ser el saco de nervios desbordado en el que me he convertido justo estos últimos años que coinciden con su existencia.

No es justo y no hay necesidad.

Así que todo lo otro.... A TOMAR POR EL CULO!

Adiós Coworking, adiós Living, adiós MOOCs, adiós UNAUS, hasta luego Internships, ya veremos Caminos, adiós ríos, adiós fontes, adiós regatos pequenos, adiós vista dos meus ollos, non sei cando nos veremos, ojalá nunca máis!!


Hola calma, hola simplicidad, hola cosas pequeñas, hola sonrisa, cuánto tiempo sin verte por aquí!!! Hola paro. No me asustas, me gustas! :-)














miércoles, 7 de agosto de 2013

Cuadernos de todo

En esta pegajosa noche de tormenta que parece que cae pero no acaba de caer, y si lo hace es a trozos y sin violencia ni entusiasmo, que igual está el tiempo fuera que dentro de este mal año que llevamos, me ha caído en las manos, por aquello de la justicia cósmica un hermoso libro de la hasta ahora no leída Carmen Martín Gaite.

Si la incultura tiene algo bueno es la infinita capacidad de mitigación y la alegría que conlleva cada nuevo paso en pro a su merma (joé que difícil lo he hecho! ;-)). Como mi capacidad de culturización es un poco a cuentagotas (por falta de tiempo que no de ganas) estoy muy contenta porque eso me asegura toda una vida por delante de alegrías!

Dicho esto, paso a transcribir un párrafo que me ha captivado, y que viene a ser uno de esos casos en los que te maravillas de que un semejente sea capaz de poner en palabras suyas sensaciones tan tuyas, como comenté en el post Lo que nos mantiene en pie:

"Todos deberíamos apuntar nuestras reflexiones. No por lo que valgan, sino porque dan lugar a otras. Al decir apuntarlas no me refiero solamente a escribirlas en un papel, sino a tirar de ellas sin permitir que se esfumen, convirtiéndose en esas estrellitas de luz que preceden al sueño. Es un buen trabajo el de tirar de lo que se piensa, para aclararnos un poco entre todos.
Se suelen achacar los males del mundo a la neurosis, a la angustia. Pero esta angustia no es sino un resultado. Resultado de no entenderse, de ahogar los pensamientos. Yo nunca sufro más que cuando siento la cabeza llena de pensamientos sin cocer, sin formular, y sé que están ahí, pero los disperso a manotazos por no sentir la bulla que forman. Pero siguen estando, y aunque me escape, cuando vuelvo a casa el ruido continúa. El único remedio racional es abrirles la puerta y darles salida por orden"

Llevo días sin escribir, y es que pretendiendo aportar siempre una nota de color, generar alguna sonrisa, cada vez me cuesta más encontrar motivos para ello, y cada vez me las tengo que ingeniar más para ser positiva y hacerle cantos a la vida.

El desmantelamiento del país me duele y afecta más de lo que quisiera, porque ya todo toca tan de cerca que es difícil obviarlo. Últimamente parece que le está tocado el turno a los de mi "casta". Cada semana alguien más de mi entorno se va al paro, o las está pasando realmente canutas. Por no entrar en mis detalles, que me los reservo para el final!

Talento desaprovechado y trabajo bien hecho arrojado por la borda a las pirañas. Eso es lo que más me duele. Eso y la bajeza moral de un atajo de necios cuyas decisiones y actos nos vapulean sin poder nosotros hacer nada para evitarlo. Se ha escrito tanto que no voy a decirlo mejor ni con más fiereza que tantos twits, posts de blogs, estados de facebook y wsp varios...

Pero ahora la marea ya moja mi toalla.

En todo este desconcierto...
  •  En el que formo alumnos para emplear herramientas tecnológicas aún sabiendo yo que nadie les va a contratar pero que les alimentan la ilusión de que con eso van a destacar frente al resto, una jauría hambrienta de prácticas sin remunerar, con 4 títulos en su haber, jóvenes y mayores, sin poderse emancipar o con cargas asfixiantes...
  • En el que doy cobijo a emprendedores fomentando la idea de que trabajar por cuenta propia es lo mejor que hay, eres tu jefe, hay que contabilizar en sueldo inmaterial otros valores (horario flexible, conciliación...)...aún sabiendo yo que: si coño, pero de algo hay que vivir, no??? Con el sueldo inmaterial el del banco no me descuenta ninguna letra!
  •  En el que una que fue criada en la idea y el convencimiento de que mi profesión sería mi seguro de vida, sin depender de maridos, propiedades o herencias y ahora para poder optar a concursos fuera (porque dentro paqué!) tengo que pagar lo que no tengo para apostillar mis certificados en notarios chupatintas... Y a dios gracias que hay marido y propiedades!! 

En este desconcierto hay que cambiar el orígen de coordenadas para no quedarnos ensimismados en nuestra estupefacción.

Estamos en tiempos de supervivencia y lo que cuenta es poder levantar 4 chavos al mes para poder pagar la mensualidad. 

¿Tienes idiomas? Felicidades, mejor posicionada para comunicarte con los turistas. 
¿Tienes cierta gracia escribiendo? Bien, pues a redactar anuncios de pisos atractivos
¿Tienes nociones tecnológicas? Pues a buscar los mejores portales de alquileres vacacionales y a generar calendarios de reservas compartidos y otras tretas tecnológicas
¿Tienes necesidades económicas de verdad? Pues a partir de ahora gestionar la limpieza significará "hacer la limpieza", y si te cuece te rascas!

Os acordáis de cuando mendrugas de tres al cuarto se decían entre ellas..uy...pues mi chacha polaca es fisicoquímica y sabe nueve idomas!! Fíjate, pobres, cómo se han de ver. 

Desengañémonos, en breve llegamos ahí, a las chachas españolas ingenieras!

Pero lo dicho, con sentido de supervivencia y contra el empanamiento intelectual!

Si hay que limpiar se limpia, y cómo nos reímos (ya ves, si es que es superdivertido ;-)) con mi excasera de despacho Natalia y compañera de vicisitudes, arquitecta ella, cuando yo le pregunto si ya ha sacado las perspectivas y los renders de los pisos que gestiona para anunciarlos mejor mientras les pasa el mocho y ella me pregunta si ya he calculado el caudal hidráulico de la tubería del desague cuando tiro de la cadena del wc de los míos!!! jeje

Y mientras no vuelvan los encargos no sé si seré una ingeniera que juega a housekepper (dicho en inglés da menos por saco ;-)) o una houskepper que se las da de ingeniera!!

Suerte que como decía al inicio, la justicia cósmica me va regalando perlas como la Martín Gaite, para hacerme el desconcierto mucho más llevadero y poder seguir teniendo fe en la razón e inteligencia humana...que haberla hayla, pero no entre nuestra chusma dirigente, por desgracia!

El próximo prometo ser más divertida, y si no hay nada divertido me lo invento, q al final La Vida es Bella, leñe! q no nos la jodan de más!