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jueves, 24 de diciembre de 2015

New York, canas y dinero

Parece que el 2015 se despide con tres hitos a alcanzar recién alcanzados en mi vida.

Nueva York era una asignatura pendiente desde que vi por primera vez "Un día en Nueva York", "Tu y yo", "Desayuno con diamantes", "Calle 42" , todas las de Woody Allen  de cuando era el primer Woody Allen y tantas otras!! Tengo un encargo pendiente a una tal Antía que escribe de cine en la Voz de Galicia y de eso sabe mogollón...la lista de las 10 mejores pelis rodadas todos los tiempos en NY, alá, lanzo el guante! :-)

Hasta en el avión de ida vimos "Aprendiendo a conducir", la penúltima de la Coixet que no puede ser más neoyorquina, la protagonista parece extirpada de una de las del citado Woody!

Como no podía ser de otra manera me gustó mucho. Me gustaron sus acera reparcheadas y pisoteadas por gente diversa y variopinta, de los de que de cada 10, 8 son diferentes entre sí: de color de piel, de cultura, de todo excepto en lo esencial; que son neoyorquinos, y esos les hace mucho más parecidos entre sí que entre los de su propia cultura de sus lugares de origen respectivos.

Me gustó que te puedas encontrar una tetería japonesa especializada en poder acariciar los gatos que tienen a disposición para ser mimados e incluso adoptados mientras te tomas tu té verde con pastelitos (también verdes) japoneses. Los gatos no eran verdes.

Me gustó que una larga retahíla de personas adultas y cool estén haciendo cola en una gélida y ventosa esquina para subir a un loft lleno de globos rojos enormes para jugar con ellos como si fuera un inmenso parque de bolas de adultos.

Me gustó caminar por el puente de Brooklyn de acero, madera y hierro, me gustó el perfecto art decó del Chrysler y desde luego me encantó ver anochecer y encenderse paulatinamente todas las lucecitas doradas y parpadeantes cual estrellitas de purpurina a mis pies desde la ventosísima azotea del Empire State.



No me gustó que comer sea malo, caro y con platos y vasos de plástico, ni conseguí andar con el café eterno aguachirri y que me da acidez por la calle como una genuina neoyorquina sin tirarmelo por encima la única vez  que lo intenté.

Me gustó la cantidad de librerías geniales en las que pasar horas largas que se te hacen cortas.

Me encantó el espíritu de la Biblioteca Pública de Nueva York.

No me gustó que la gente pobre es muy pobre y está muy sola y no puedan ni ir al baño de los bares porque éstos tengan códigos de acceso al wc que solo te aparece en el tiquet de compra. Ni me gustó el olor a pipí de rata del metro. De rata por decir algo.

Me sorprendió lo cutre que son en general los servicios públicos (léase buses, metro, alumbrado, aceras, sistema de recogida de basuras) y lo tercermundistas que son con el claxon los coches sobretodo en las zonas más saturadas del centro, pitando de modo gratuito y sostenido (y molesto, muy molesto).

En definitiva, que aunque caminamos mucho quedaron cosas por ver, así que habrá que volver. Hito conseguido pero revalidado ;-)

Canas

Este hito no me gusta nada, no lo tenía presente (como todo lo que a nosotros no nos pasa por el mero hecho de que a MI ESO NO ME PASA, y luego a TODOS nos acaban pasando tarde o temprano, en un ejercicio de democracia demoledora). Ha sido como una explosión. Me empeño en pensar que es fruto de un par de meses de estrés pero cabe la posibilidad de que sea un tema relacionado con la edad. Y es que una, a lo tonto a lo tonto, va haciendo años! Y por aquello de irse haciendo a la idea yo ya hace unos meses que me veo como el euro, redondeándome hacia arriba siempre, con lo que ya me doy por llegada a ala cuarentena. Así cuando llegue, que aun falta un buen año y medio me pareceré una bollicao. Eso en caso de haberme conseguido teñir claro.

El caso es que un día me fijé (miento: no me tuve que fijar, se me metieron en el ojo cual pestañas insolentes entre el párpado y el globo ocular) un porrón de canas. Si fuera un mechón sería sexi, como el de Morticia Adams, que me parece de lo más atractivo, o la mala malísima villana Cruella de 101 Dámlatas con Glenn Close. Pero no. Es una aquí, una allá, otra más acá, a lado y lado y en lo que sería el flequillo de llevarlo. Un drama vaya! Encima son como grises, no son blancas, que dirías que pudieran parecer más limpitas, no, es como cuando se funde la nieve y se queda llena de humo de los coches. Terrible.Y me hace vieja claro. Eso es todavía más terrible que el color nieve sucia.

De hecho más que que me haga vieja es que SOY mayor (no vieja). El problema principal radica en que yo vengo pensando, como Serrat, que "fa 20 anys que tinc 20 anys" (hace 20 años que tengo 20 años). Y claro, va a ser que no. Parece que esté haciendo coña pero hablo muy en serio! De verdad creo que tengo 20 años. Y claro, lo de las canas con 20 años es tragedia. Aunque tengo una amiga que ella y yo y nuestro círculo íntimo ya sabemos quien es que ella si lleva 20 años con canas!! Pero mira, a golpe de tinte lo ha conseguido disimular perfectamente!

Así que como soy nueva en esto de tapar canas e ignoro si con mechas vale o hace falta tinte (porque evidentemente descartamos el rollito soy-una-mujer-madura-y-profunda-y-segura-de-di-misma-que-no-pretende-ocultar-mi-edad-porque-la-cana-y-la-arriga-es-bella) y ayer me dediqué con mi hija pequeña a hacer como hacía yo cuando también lo era de ir poniendo un mechón mío en todos los mechones de pelo artificial teñidos del estante de los tintes. Volví a comprobar que el mío natural (sin canas) es el aburridísimo y de mal agüero "rubio oscuro ceniza" y el suyo un precioso castaño caoba. Luego jugamos a escoger el que más nos gustaba. Me imaginé pelirroja, castaña, con el pelo negro, rubio platino a lo Marilyn....al final acabé concluyendo que lo más sensato sería volver al "rubio oscuro ceniza" entre otras cosas porque con el rollo ceniza lo de las canas creo que se camuflan mejor que pongamos por caso un negro azabache.

Así que con estas estamos!!  Hito conseguido aunque no querido. Hito concatenado: ir a la pelu a que me arreglen el desaguisado (def: hecho contra la ley o la razón, veis?). A ver si para el 2016 ya he conseguido ir, pronto hará un año de la última vez que fui!! si de mi dependiera el sector...


Dinero


Este hito ya me gusta más! Guarda alguna relación con las canas porqué parte del estrés se lo debo a haber acabado los dos últimos meses pencando junto todo lo que no he podido en 4 años por motivos ajenos a mí y relacionados con algo de una crisis que se comenta por ahí.

Todavía tengo la cuenta pelada (aunque sin deudas a mi honra! -al menos de las que cobran intereses-), pero en cuanto facture (y cobre, detalle importante) podré volver a caminar a sabiendas de que existen tiendas en las calles, que son unos sitios donde a cambio de algo que llaman dinero y que abrevian aquí así: € y en NYC así $ puedes llevarte todo tipo de objetos de deseo, incluso sin contenido proteico, que eso si lo he ido viniendo intentándolo adquirir para no malnutrir a mi familia y no provocar a los servicios sociales.

Eso significa que si veo un pañuelo bonito me lo podré comprar o unos pendientes, o un restaurante caro, o incluso puede que hasta tenga suficiente para ir a la pelu a taparme las canas provocadas por lo mismo que me permite ir a la pelu y me las ha generado, hay que joderse con los círculos viciosos!

Este hito nunca es definitivo (especialmente entre los de mi especie free lance, o profesional liberal, o autónomo de toda la vida, como guste). Pero tras 5 años de penurias económicas poder tener un respiro y hasta incluso poder dejar trabajos de supervivencia de un lado para centrarme en lo mío me da una alegría. Porque las penas, con pan lo son menos.

Así que hito conseguido por un razonable periodo de tiempo (cada cual que se apañe con su razonabilidad (palabro?), la mía me la sé yo y me temo que es algo escasa, pero algo es algo, menos da un peine y a las penas puñaladas (este no va aquí, pero me quedaba bien otro refrán para terminar y no se me ocurría ninguno!).

Creo que puedo dar por razonablemente bien cerrado el 2015 a pesar de los pesares, las canas y las penurias. Como decimos en catalán (y puede que también en castellano):

Tot va bé si acaba bé!

Salut, alegria i consciència!

Bon nadal!

viernes, 31 de mayo de 2013

Me gusta la gente

Me gusta la gente, no lo puedo evitar!

Me gusta mirarla en la calle, cuando me la cruzo, me gusta buscarles los ojos, me gusta colarme en sus vidas imaginándome dónde van, que piensan, como están.

Y me gustan los turistas y viajantes, porque al fundirme con ellos yo también estoy de viaje y los paisajes cotidianos a mis ojos se convierten en los  fascinantes análisis antropológicos en los suyos, como cuando soy yo la que viaja a un país desconocido. Me gusta que me ayuden a quitarle el polvo a la cotidianeidad, y a ver con una nueva mirada.

Y me gustan especialmente los peregrinos.

En los alrededores del Camino los peregrinos forman parte del paisaje, uno ya no se sorprende ni los mira curioso, porque vienen a ser todos muy parecidos, y hay un reguero de ellos invierno y verano. Les une el atuendo, pero sobretodo la atmósfera que crean a su alrededor, el aura que en otros tiempos le llamarían de santidad y ahora yo calificaría de serenidad.. Han asimilado la escala humana respecto el mundo a través de las distancias y lo que cuesta recorrerlas, conocen perfectamente sus límites, y eso les da paz y se les ve en la cara.

Yo no he hecho el Camino, me encantaría, algún día lo haré, de eso estoy segura, pero intuyo que algo de eso debe haber en la felicidad que todos dicen alcanzar. Más que felicidad debe ser sosiego, y eso, sobretodo en un mundo tan desbocado como el nuestro, es un bien muy preciado.

En los aeropuertos, estaciones de tren o autobús, y espacios públicos con gente en general (terrazas, parques..etc) tengo esos dos grandes (y fascinantes) entretenimientos: mirar con ojos ajenos y escuchar y colarme en conversaciones ajenas. Lo que viene siendo una cotilla, vaya ;-)

Pero no puedo remediarlo! Incluso cuando estoy con gente tomando algo. Mi marido ya lo sabe y me recrimina que ya tenga la parabólica puesta cuando estoy manteniendo una conversación con él en una terraza, pero también sabe que soy capaz de ambas cosas a la vez y de que además no puedo remediarlo, así que al final ha optado por decirme: luego me lo cuentas, jeje!

Os imaginareis mi inmensa alegría cuando leí al gran Juan José Millás no sólo reconociendo esta misma debilidad sino utilizando a sus "espiados" como plato principal de muchos de sus articuentos, así que me tomo la licencia de emularlo!

Ayer puse al límite mi capacidad auditiva y de observación (sin éxito alguno) para recomponer la historia de dos hombre ya maduros, de unos 60 años, que esperaban un vuelo.  Luego supe que era Bilbao, pero fue lo único que saqué en claro y no lo hice por mis propias capacidades deductivas sino porque lo dijo la señora de megafonía y uno de ellos levantó el brazo señalando al cielo para alertar al otro, que asintió con un gesto apenas imperceptible. Y luego, transcurrido el rato suficiente como para que la cola descrita en el anterior Volando Voy ya se hubiera disuelto, se levantaron y se fueron (propio de señores muy volados).

El que tenía de frente (y que me despertaba más curiosidad) era un señor (un caballero, más bien) alto, delgado y con una pose corporal de esas que ya son elegantes de fábrica, como si los huesos ya fueran de buena cuna. Con el pelo cano y los ojos azules, debió ser guapo en su juventud, o al menos agradable. Cuidado, pulcro y con un tono de voz exquisito. Tan exquisito y educado que precisamente por ello apenas si cogía palabras sueltas al vuelo, lo que entiendo fue lo que me hizo arder de curiosidad.

Primero deduje que eran médicos madrileños (el castellano que utilizaban era sin inflexiones gallegas, a las que éstos son tan dados, y era un poco como de ningún lugar) que habían venido a Santiago a uno de esos congresos q se montan los médicos. Pero luego me alertó que hablaban de Panamá, que no me cuadra con médicos, y además he buscado en http://congresos-medicos.com/pais/espana/?pag=1 y no he encontrado ningún evento en estas fechas.

Y encima llevaban una troley exactamente igual, de piel, muy cuadrado y rígido, prácticamente un baulito. Eso me desconcertó. Pensé si no serían militares de altísimo rango, que les daban las maletas de uniforme. Cuando me llegó la palabra "astilleros" pensé que eso reafirmaba la tesis de militares de la marina (del tipo ingeniero civil, porque sino irían con uniforme, digo yo), pero cuando levantó el dedo a la señal de Bilbao me desmontó.Y como yo he leído mucho y me encantan las novelas policíacas ya me he puesto en plan sabueso, y fíjate tu que he averiguado que el 1 y 2 de junio son los días de las fuerzas armadas, y de que tenemos 15 buques por el mundo (y podemos saber dónde se encuentran en estos momentos, el Elcano cruzando el Atlántico Norte) y 133 personas en ellos.

También he visto que la Armada ha interceptado un buque cazatesoros (en la foto) por el Mar de Alborán, lo que evidentemente ha disparado mi imaginación y me ha llevado a las novelas de Reverte. Pero no hay nada en Bilbao, sí lo habrá en Ferrol, lo que me lleva a pensar lo que cambia todo cuando tu creías que uno iba y en realidad volvía, pero estos creo que ni iban ni venían de Ferrol, porque las fechas no me cuadran.


Conclusión, que me quedé con las ganas, que si el señor hubiera tenido 20 años menos se habría pensado que le estaba tirando los tejos porque me pilló como 4 veces mirándolo (se oye mejor cuando se mira, por eso cuando voy sin gafas no oigo nada), y que hay tantos mundos como personas y ojalá no tuviera que trabajar y me pudiera dedicar a sentarme en las terrazas a viajar por vidas ajenas. Eso sí,sólo un rato, que como la mía, por suerte, ninguna! Sólo me doy una vuelta para volver mejor, aunque a veces las "Vueltas al Cole" tras los viajes sean duras. Curioso, a esta misma conclusión llegué con la lectura en el post de Libros y Tripis!

Y hablando de lecturas y para terminar, he leído por casualidad seguidos (estaban en ese orden en la pila de libros de la mesita de noche) a dos suecos (ultimamente no hay más que suecos??)  que se dedican ambos a marear a sus protagonistas por el "mundo adiante" (galegos dixit) con el mundo y su historia de escenario común. El abuelo que saltó por la ventana y se largó  de Jonas Jonasson (Jonás hijo de Jonás, estos nórdicos son la pera) y El cerebro de Kennedy de Henry Mankell. La primera me encantó y la segunda me decepcionó, pero leídas seguidas es como más me han aportado, porque todo lo que la primera tiene de brillante y con sentido del humor, la segunda lo tiene de oscura, iracunda y pantanosa. Son dos maneras de tomarse la vida y el mundo en el que vivimos, con sus extravagancias, miserias y surrealidades reales como la vida misma.

Las consecuencias directas de cómo te la tomes caerán sobre tí y tus cercanos como el rayo de Neptuno, así que piensate bien de qué lado estás.


 A mi me gusta la gente, los que conozco son buenas personas, y los que no conozco pero juego a inventarme sus vidas también lo son, aunque sean licencias literarias, me hacen la vida mejor ;-)!

A mi me gusta la gente

miércoles, 20 de marzo de 2013

Volando voy...

Mientras pruebo suerte alternando entre las dos posibles posturas que me permite mi asiento del avión (a saber: piernas cruzadas en diagonal derecha vs. piernas cruzadas e diagonal izquierda) me pregunto cómo diablos es posible que yo, con mi fastuoso 1,62 de altura me vea en esta tesitura, por dios, altos: cómo sobrevivís!!??

Y ahí entra mi teoría de la elasticidad: no la de los cuerpos, sino la de las mentes humanas.


  • Lo comprobé en mis propias carnes en la maternidad y la relatividad del umbral del dolor / sueño / paciencia / cansancio y / como no, amor.


  • Lo compruebo en las masas humanas nacionales cada vez que escucho las noticias y asisto impasible al fracaso de país en el que vivimos y las tragedias colectivas que sufrimos impasibles también.


  • Pero el caso de los usuarios del avión y aledaños del sector siempre me ha maravillado por su capacidad de amansar pequeños colectivos de gentes en los que igual reconoces al ejecutivo de multinacional con su impecable traje (y sueldo), a la madre agobiada con su bebé, a la abuela que trata de acomodar sus cansados huesos, todos ellos abocados irremisiblemente  al infame trato que nos depara este amado sector desde el mismo momento en que te ves en la obligación de volar.

Y que me dispongo a relatar... 



Fase I: La elección del vuelo

Hay que escoger compañía. Empiezas a cotejar horarios y precios. Si vas de capital a capital eres una afortunada, si no es así vamos mal, y si vas mal de pasta para taxis y coches de alquiler estás vendida!

Intentas casar horarios de vuelos con el del autobús del aeropuerto con el del autobús/tren que te ha de llevar a tu no-capital-con-aeropuerto (cosa rara en España, por otra parte). 

Yo he llegado a pasarme en esta operación lo equivalente al propio viaje, palabra!

Tampoco es rara la desproporción teniendo en cuenta que existen otras desconcertantes proporciones como que el taxi al aeropuerto te cueste más que el vuelo! 

Fase II: La compra del vuelo

Comprueba que has hecho realmente la compra. ¿No has recibido el sms de confirmación?? Malo. Ni el mail de confirmación? No, el mail de reserva no vale, ha de ser el de confirmación! Tienes código? Pero código de vuelo, no de reserva! Vale...dos días antes de volar no te han mandado nada? Uy uy uy!! 

Hasta que no estás sentada en el avión no tendrás la certeza absoluta de que vas a a volar, no hay que fiarse nunca!! Te lo dice una que se ha quedado en tierra más de una y más de dos veces! ;-) y hasta creo que más de tres... :-( snif


Fase III: El día del vuelo
Ha llegado el gran día. Si vuelas a las auroras esa noche asume que no vas a pegar ojo pensando que te dormirás y perderás el avión. Y si eso no te preocupa tranquila, se confabularán tus hijos, el perro del vecino y los ronquidos de tu pareja para evitar que lo hagas. 

Cuanto antes lo asumas mejor. Si vuelas a las 7:45, a las 6:45 hay q estar en el aeropuerto, a las 6:15 salir de casa, a las 5:45 despertarte. No dormirás. Y llegaras a la reunión echa unos zorros. Es así! 

Lo único que te puede consolar es que el aeropuerto un lunes a las 6:45 es un auténtico festival, la primera vez que lo ves no te lo crees, ¿que te creías!? ¿que eras la única desgraciada que se pegaba semejante madrugón!? Pues ya ves q no! Ni siquiera tienes ese pequeño placer! ;-)

Esperas en la cola de facturación rogando a dios que esa "afable" señorita o señorito azafata/o de tierra cuya misión es mandar tu troley a la panza del avión no lo haga. Para evitarlo has conseguido comprimir gracias al sistema de bolsas al vacío que usaba tu madre para enviarte jamón cuando estabas de erasmus toda tu ropa y cumplir con la normativa....a no ser...ah! que vuelas con Ryan Air?? Ni lo intentes, paga, factura la maleta y olvídate, estás tratando con el diablo!

Bien. has hecho todas las trampas! Por suerte eres mujer y te pasas el "sólo un bulto" por el forro de tu troley, el de tu bolso y el de tu bolsa del portátil...algún problema?

Y a la vuelta añades al árbol de navidad en que te has convertido la bolsa llena de merchandising de tus clientes! Es un regalo, no vas a facturarlo!


Felicidades, campeona!! has conseguido colarles 4 BULTOS!! jeje!

Fase IV: el arco y sus adorables guardianes

El arco. Te acercas desafiante mientras te apresuras (aprietan los de atrás y tus bandejas avanzan solas sin contenido) a desnudarte y a segmentar hasta la atomización de partículas tus cosas ( pq llevaré 4 BULTOS? pq no habré facturado!!). Mi flamante portátil nuevo tamaño "extralarge" panorámico me juega especiales malas pasadas porque quise compensar el tamaño "extralarge" de su presupuesto con la no-compra de la funda apropiada. Resultado, que meterlo y sacarlo se convierte en un suplicio, en un parto con forceps!... y ya llego al arco, y aún con estos pelos!!

Bandeja para portátil.
Bandeja para la bolsa, el abrigo y la vida.
Bandeja para el bolso.
Bandeja para la bolsa de merchandising
Bandeja para el cinturón, las monedas y las llaves si eres hombre

Definitivamente no era tan buena idea lo de no facturar....y a rezar para que los zapatos no te piten!

Fase V: esperando...
Escudriñas con hábiles ojos de lince especializados en la geolocalización de enchufes el territorio comanche del aeropuerto, para anidar en algún rincón y restablecer tu vida_propia/burbuja vía correo/whatsapp en ese inmenso frigorífico espiritual en forma de aeropuerto. Qué bien tener que llegar con medio día de antelación a estos espacios tan humanos y acogedores!


Fase VI: el embarque
Antes, el embarque consistía en que la gente se ponía en cola civilizadamente y esperaba con infinita paciencia, puesto que avión y filas va siempre unido:


Fila para facturar
Fila para el arco
Fila para el café
Fila para el baño
Fila pare el embarque
Fila en el finger
Fila para entrar en el avión
Fila para salir del avión...etc

Las filas están mal, son un rollo, pero al menos sabes a qué atenerte y pones el cuerpo y el alma en "modo avión".

Ahora, visto que tenemos esa capacidad innata e infinita de resistir calamidades aeroportuarias han decidido darnos una vuelta de tuerca más, y se han inventado unos maquiavélicos sistemas para hacernos hacer los movimientos más grotescos y desconcertantes hasta lograr su clímax: el ridículo grupal de los pasajeros!

Estando todos ordenaditos y tranquilitos en la cola, al grito de EMBARQUE DE:


  • Familias y niños primero!
  • Los VIPS, Duos, XL e inventos varios cuando gusten (que para eso pagan más!)
  • de la 1 a la 16 los últimos
  • los últimos serán los primeros (no, si ya lo decía la Biblia, vendría en el Nostradamus también?)

Consiguen que todos despertemos de nuestro letargo "colil" (palabro) y nos movamos tímidamente de nuestro sítio, mirándonos los unos a los otros sin saber cúal es nuestra supuesta fila. Eso en el supuesto de que hubieran 4 filas (familias, VIPS, 16 a 31, 1 a 16), pero lo único que hay es un batiburrillo de gente indecisa que se aglutinan alrededor de la puerta de embarque sin orden ni concierto, y poco a poco, cual desagüe, los últimos van pasando mientras los primeros (aun aferrados a sus primeros puestos que de poco les han servido) miran el desfile con mal disimulado fastidio!

El único remedio que les queda es observar cómo los sufridos pasajeros compañeros pasan por la azafata de la siguiente y digna tesitura: 
DNI en los dientes, bolso colgando del codo, bolsa del portátil colgando (y destrozando) el hombro, troley arrastrado por el meñique a punto de descuajeringar su falange, falangina y falangeta, abrigo colgando del bolso y barriendo el (por suerte) impoluto suelo del aeropuerto, y of course, no nos olvidemos del maravilloso mechandising de los c.j...s!

Fase VII: El finger
Merece fase a parte, porque con demasiada frecuencia, cuando ya te creías a salvo de todos los aledaños avioniles y contabas con que sólo te quedaba el combate central en el avión, vas y te das con el finger.

O lo que es peor! la jardinera (autobusito)!

El finger (dedo en inglés), para los que lo ignoren, es un tubo del tamaño del que llevas en tu neceser de pasta de dientes, en el que todos los pasajeros se apelotonan una vez pasado el trámite DNI en los dientes, recomponiéndose como pueden sin dejar de avanzar posiciones respecto sus competidores, que en definitiva es lo que se viene haciendo desde que se llega al aeropuerto.

Esta yo diría que es una de las maniobras nacida en alguna mente perversa de la gestión de pasajeros aeroportuarios más refinada: los vamos embarcando pero...ay amigo! el avión todavía no está listo!! 

está CERRADO!! 

Desde las ventanas ves perfectamente cómo justo empiezan a ponerle el combustible!!! o están limpiando el avión! Así que cada vez hay más gente en el finger, menos espacio y menos recursos vitales (O2)!! 

Digo yo que nos deberían pagar en lugar de cobrar! Se me ocurre...

El finger llega a temperaturas dignas de sauna, y si has cometido el error de ponerte el abrigo para disminuir un accesorio colgante y no barrer el suelo, el nivel de sudoración puede llegar a extremos alarmantes que, junto el ridículo que vienes de hacer cambiándote 8 veces de cola dice poco de tu dignidad. 

Nunca, repito, nunca, pretendas ligar en estos trámites de tu vida. No lo conseguirás.

De la jardinera no puedo hablar mejor. Con especificaros que en el argot de aviación se le llama así porque transporta a todo de capullos de un lado a otro ya os lo he dicho todo! 

Viene a ser exactamente igual que el finger pero en móvil, con el agravante de que alternas las altas temperaturas con las siberianas mientras dejan las puertas abiertas para que vayan entrando los pasajeros en plena madrugada invernal. 


Y bueno, claro, por supuesto se ha desorganizado de nuevo la fila, y los que tan ufanamante habían entrado primero (familias, VIPS y demás) se vuelven a ver en el lodo del montón! 

Fase VIII El avión
El avión. Mido 160, peso digamos que entre 50 y 60 kg (si, así en plan holgado). Gasto una 38. Y no quepo. Con eso creo que lo he dicho todo.

Pero hay más...hay más.

Hay esos compartimentos enanos en los que meter el troley, el bolso, el portátil, el abrigo y el p... merchandising . En los que cualquier atisbo de agrupamiento familiar es un lujo, y acabas haciendo de abeja diseminando partes de tí a lo largo y ancho del avión. 

Yo con eso tengo un truco para que no me pase, pero no os lo digo para que no me copiéis, que se me acabaría el chollo! (pero cuando lo hago tengo q hacerlo rápido y sin que me vean las azatas/os, es la mejor parte, junto con la de "colar 4 bultos (fase I)" por lo que tiene de adrenalínico de infracción de normativa aeroportuaría).

Hay esos compañeros de viaje con los que clavarse los codos mutuamente del modo más amigable en la medida de lo posible...esos mismos que, lamento entrar en temas escatológicos, pero alguien tenía que decirlo, por muy trajados y encorbatados que vayan, sus sistemas digestivos se ven alterados por los cambios de presiones y amenizan el viaje a los de su alrededor regalándonos momentos irrespirables. 
Este efecto (se evidencía en los oídos, como no iba a hacerlo en los intestinos?) es especialmente severo en esos adorables viajes madrugón, en los que se mezcla el café de polvos del avión con la hora all-bram de muchos pasajeros, y las consecuencias pueden ser nefastas. Y ya abandono el tema.

Fase IX La llegada
La llegada al destino es una cosa, y la de verdad es otra. Es otra desproporción digna de mención, en un vuelo BCN_Palma te pasas más rato rodando por las pistas del aeropuerto que volando!

La llegada a puerta viene precedida por todos los ninuninu... (musicado) de móviles encendiéndose apresurosos de volver a sus realidades y los tropemil whatsapp, sms de llamadas perdidas y correos entrantes actuando de banda sonora de la llegada y del efecto push up.

El efecto push up es el tsunami humano que hace que todos, TODOS los pasajeros se pongan de pie en actitud de "me estoy yendo del avión". Es un momento mágico, puesto que lo hacemos todos de golpe y muy rápido, pero luego nos quedamos así, congelados, cuál estatuas de cera en esa postura imposible. 

Es muy democrático, a todos nos pasa por igual independientemente de que estemos en la fila 31 lado ventana y todavía queden lustros para que nos toque a nosotros el ansiado momento de liberarnos del avión o seamos el VIP number 1 lado pasillo. 

Es así, democrático modalidad española! tu te piensas que tienes los mismos derechos y que vas a salir igual que todos, y te levantas igual que todos cual resorte en tus nobles partes, pero te vas a tener que tragar aún mucho rato y muchas calamidades cuando los vips y demás ya hace rato q están fuera. 

Somos todos iguales en expectativas, lástima que a unos se les cumplan y a otros no! Quien se lo iba a decir a tantos, con tres carreras, dos másteres y cuatro idiomas que iban a currar de becario toda la vida!


Fase X Aeropuerto de destino
La llegada al aeropuerto de destino es lo más parecido (especialmente en los vuelos nocturnos) que he presenciado a una estampida de búfalos atravesando las desiertas (e impolutas de tanto abrigo escoba) llanuras del aeropuerto camino de la "salida"!

Y total, para qué correr?

jeje, si tenemos tres opciones! Encontrarnos en:

  • la cinta del equipaje
  • la fila de los taxis/bus
  • la fila de la máquina del párking!
Qué glamour, oye! como me gusta volar!! 

Ya he llegado, os dejo!

Acaba de ocurrir el fenómeno "push up" y ya me empuja mi compañero del lado ventana para que me inserte (solde?) con el mogollón del pasillo y se impacienta porque me ve escribiendo. Me pregunta si voy a salir y le contesto que no, que me voy a quedar a vivir en el avión, que me encanta! pero no tiene sentido del humor, que pena por él! 

Voy a intentar hacer el reagrupamiento familiar de bultos en la medida que los que vienen empujando por detrás me lo permitan, hoy me he olvidado de hacer mi supertruco :-(

Gracias por acompañarme, y recordar que cualquier parecido con mi realidad de este relato es coincidencia, lo mío es purita ficción!

Buen viaje!!! 



(otro día el especial: Viajar sola con bebés, no tiene parangón!!)